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“No vengo a hacer ninguna tarea sucia”, fue la respuesta del ministro de Justicia, Jorge Vanossi, cuando a la salida de su visita a la Corte Suprema le preguntaron si el Gobierno planea reducir el número de jueces del máximo tribunal. La reunión de ayer entre Vanossi y los miembros de la Corte estuvo destinada a tranquilizar a los ministros, pero el reclamo por una oxigenación del Poder Judicial no se detiene. La Asociación de Abogados Laboralistas prepara las cacerolas para la semana que viene y además, ayer, mientras Vanossi estaba en el Palacio de Tribunales, una centena de manifestantes se congregó en la puerta al grito de “que se vayan, que se vayan”.
“El ministro no tiene facultad, ni interés, ni voluntad, ni espíritu de presionar. No voy a tirar por la ventana 42 años de derecho constitucional”, aseguró Vanossi luego de su reunión durante más de una hora con los jueces Julio Nazareno, Eduardo Moliné O’Connor, Gustavo Bossert, Guillermo López, Augusto Belluscio, Antonio Boggiano y Carlos Fayt.
La entrevista intentó ser presentada como una visita “protocolar”, algo muy difícil de creer en medio de versiones de intentos de “reestructuración” del alto tribunal. También se dijo que no se habló de renuncias, aunque en realidad los propios jueces plantearon el tema. El ministro les prometió –según él mismo dijo– que desde el Gobierno no se impulsará ninguna acción que “se aparte un milímetro de lo que la Constitución prevé”. Queda claro que Vanossi no acordará con la propuesta de Osvaldo Mércuri de poner a los ministros en comisión. Y por las declaraciones de ayer, la reducción de la Corte tampoco tiene futuro, aunque ésta sea una vieja aspiración del ahora ministro de Justicia.
Las opciones que quedan son –siempre que se concrete la renovación– impulsar los pedidos de juicios políticos o esperar que los jueces presenten sus renuncias. Ante esta última posibilidad, el juez Adolfo Vázquez anticipó que no está dispuesto a irse. “No voy a renunciar a mi responsabilidad, que me hagan juicio político”, aseguró a La Nación. Los ministros menemistas López y Boggiano estaban dispuestos a irse en 1999, cuando asumió el gobierno aliancista, pero el ex presidente Fernando de la Rúa rechazó esta alternativa. Ahora, el Gobierno podría contar con esos puestos.
“Si hay que cambiar cosas, que se cambien, pero respetando el cauce previsto. No queremos que haya un manoseo de las instituciones, que han caído en un nivel de credibilidad muy bajo en los últimos años. Fuera de la Constitución sólo cabe la anarquía o la tiranía, y la primera suele traer a la segunda. Hay que evitar el manoseo de las instituciones. El país está acostumbrado a ‘la Corte de fulano’ o ‘del presidente mengano’. Nosotros queremos que se hable de la Corte de la Nación. Desgraciadamente, durante mucho tiempo se antepuso la facción por encima de la Nación, pero la Nación está por encima de la facción”, aseguró Vanossi.
Mientras el ministro de Justicia intenta tranquilizar a los jueces, la Asociación de Abogados Laboralistas llamaron a repetir para el jueves próximo a las 17 un cacerolazo “en caso de que el gobierno de Duhalde no adopte de inmediato una decidida actitud para remover a la actual Corte Suprema”. La asociación advirtió “sobre una maniobra ‘gatopardista’ que pretende conformar el clamor popular con una lavada de cara de la Corte, negociando la renuncia de algunos de sus miembros”.