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Néstor Kirchner aprovechó la conmemoración del Día de la Armada para repudiar una vez más las “atrocidades” cometidas durante la última dictadura militar y reivindicar la autocrítica que en ese sentido realizó el año pasado el actual titular de la fuerza, Jorge Godoy. La ausencia en el acto del vicario castrense, Antonio Baseotto, confirmó la decisión del Presidente de no dar marcha atrás con su desplazamiento.
“No debemos permitir que quienes cometieron crímenes que la humanidad condena se escuden detrás del prestigio de nuestras instituciones para evitar afrontar sus responsabilidades”, aseguró el Presidente durante la fría mañana de Puerto Belgrano, en lo que se reveló como uno de los tramos más duros de su discurso.
No quiso dejar pasar la oportunidad, entonces, para hacerle un guiño al almirante Godoy por su “rechazo categórico de los hechos aberrantes y agraviantes a la dignidad humana, a la ética y a la ley cometida en la aciaga noche dictatorial. Ese gesto pone a la Armada en rumbo al reencuentro de la sociedad argentina”. El 3 de marzo de 2004, durante la conmemoración del 147º aniversario de la muerte del almirante Guillermo Brown, Godoy reconoció que la Escuela Mecánica de la Armada fue un “símbolo de la barbarie”. En ese mismo acto admitió que la fuerza cederá la ESMA para levantar allí el Museo de la Memoria anunciado por Kirchner. Sin mencionarlos por nombre y apellido, fue la primera vez que la Armada rompía explícitamente con Isaac Rojas y Emilio Massera.
“Más allá de las viejas y nuevas heridas que todos intentamos superar con justicia y verdad, debemos trazar una línea que una a la Marina de Guerra nacida bajo el signo distintivo del almirante Guillermo Brown y esta Marina actualizada a los nuevos tiempos que nos tocan vivir”, recordó Kirchner. Esta vez no habló del papel de los organismos de derechos humanos, cuya lucha inclaudicable fue esencial en la búsqueda de la justicia y la verdad.
El Presidente llegó a Bahía Blanca acompañado por Godoy y el ministro de Defensa, José Pampuro, por estas horas mencionado en el mundillo político como potencial candidato a senador bonaerense. Con ellos, entre otros funcionarios nacionales y autoridades militares, Kirchner descubrió una placa recordatoria por el centenario del Arsenal Naval Puerto Belgrano e hizo entrega de medallas al personal civil de ese cuerpo.
Kirchner también rindió homenaje a “los valientes tripulantes del aviso ‘Alférez Sobral’, su heroico comandante, capitán de corbeta Sergio Gómez Roca, y a los 323 héroes del crucero ‘General Belgrano’, que ofrecieron sus vidas por la soberanía de las islas Malvinas”.
Con un viento frío pegando en su rostro, Kirchner se despidió lanzando un mensaje esperanzador sobre la reconstrucción del país. “Del Estado nos quedaron ruinas y astillas, nada más, pero sobre esas astillas tenemos el deber patriótico de reconstruir, de volver a amar lo que hacemos, de creer, de volver a soñar.”