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El presidente Eduardo Duhalde, sus ministros y los doce gobernadores provinciales peronistas que deliberaron en Santa Rosa se toparon ayer con la gente en la puerta del Teatro Español de esa ciudad y no les fue bien: tuvieron que ingresar rodeados de policías y en medio de una lluvia de insultos.
“Lo sabía, lo sabía, a los chorros los cuida la policía”, los recibieron los manifestantes, quienes tampoco se privaron de cantarles los clásicos “que se vayan todos, que se vayan todos, que no quede ni uno solo” y “se va a acabar, se va a acabar, esa costumbre de robar”. El escrache lo realizaron integrantes del denominado Frente Nacional contra la Pobreza; de organizaciones sindicales, como la Central de Trabajadores Argentinos (CTA), y de distintos partidos de izquierda. Ante la protesta, la policía implementó un amplio dispositivo de seguridad y dispuso en los alrededores del teatro dos cordones con agentes de la Guardia de Infantería, que impidieron a los manifestantes acercarse hasta los funcionarios. Sólo un pequeño grupo de militantes peronistas, identificados con carteles de la Unión Obrera de la Construcción (UOCRA), recibió a Duhalde y los gobernadores con aplausos. La escena hizo recordar a la del último sábado, cuando en la Plaza de Mayo se montó un operativo similar que permitió que finalmente el Presidente llegara caminando hasta la Catedral porteña para participar del Tedéum por el 25 de Mayo.