[cerrar]

Comparta esta nota con un amigo

E-Mail de su amigo
Su nombre
Su E-Mail

El informe sobre el “Estado de la Población Mundial 2005” de las Naciones Unidas advierte que para disminuir la pobreza es indispensable hacer valer la igualdad de derechos entre el hombre y la mujer. En Argentina, la diferencia más pronunciada está en los límites que la legislación impone a la capacidad de decisión de las mujeres sobre sus cuerpos. Así lo destacaron ayer, durante la presentación del informe en el país, María del Carmen Feijoó, directora de la oficina nacional del Fondo de Población de la ONU (Unfpa); Silvina Ramos, directora del Cedes, y Juliana Di Tullio, representante de Cancillería. Las tres especialistas coincidieron en que si el aborto fuera legal “se evitarían muchas muertes” que acontecen por intervenciones médicas clandestinas. Y alertaron que las diferencias que las estadísticas muestran entre Suecia y Africa “coexisten en la Argentina distanciadas por pocas cuadras”. El documento, titulado “La promesa de igualdad”, revela que anualmente medio millón de mujeres muere en el mundo por causas evitables relativas al embarazo, que hay 76 millones de embarazos no deseados, 19 millones de abortos hechos de forma insegura y que una de cada tres mujeres es víctima de algún acto de violencia en su vida.
El estudio de las Naciones Unidas revela que los trastornos de la salud reproductiva son la principal causa de enfermedad y muerte en el mundo de las mujeres de entre 15 y 44 años, cuando en la mayoría de los casos podrían prevenirse. El 99 por ciento de las muertes derivadas de la maternidad ocurre en países pobres. Para dimensionar esta realidad, la ONU destacó que “cada minuto muere una mujer por causas relacionadas con el embarazo”.
De acuerdo con el informe, “cada año, solamente en el mundo en desarrollo hay 76 millones de embarazos no deseados que podrían prevenirse de haber un mejor acceso a los servicios de planificación familiar, reduciendo además las defunciones maternas entre un 20 y 35 por ciento”. Por ello, Feijoó manifestó “la necesidad de un compromiso más firme de las naciones, porque se realizan 19 millones abortos en malas condiciones”.
El Unfpa trabaja por el cumplimiento de lo establecido en el Programa de Acción de la Conferencia Internacional sobre Población y Desarrollo (CIPD). Esto es, acceso universal a los servicios de salud reproductiva; educación primaria universal y eliminación de la separación por sexo en la educación; reducción en un 75 por ciento de la mortalidad derivada de la maternidad –objetivos por cumplir antes de 2015–; reducción de la mortalidad infantil; aumento de la esperanza de vida, y reducción de las tasa de VIH.
El año 2015 es la fecha señalada para cumplir con los “Objetivos de Desarrollo del Milenio”, suscritos en 2000 por los países miembros de la ONU. Muy lejos de las metas planteadas, en la actualidad más de medio millón de mujeres mueren por año en el mundo por causas relacionadas con el embarazo, que se podrían evitar. Y al menos ocho millones padecen discapacidades de por vida ante la falta de acceso a atención médica, indica el informe.
Feijoó sostuvo que “el desarrollo reduce la desigualdad hasta cierto punto, pero hay un componente de la desigualdad que es estructural”. Según el Banco Mundial, en los países desarrollados las mujeres ganan 77 centavos de dólar por cada dólar que percibe un hombre, mientras que en las naciones pobres las mujeres ganan 73 centavos por cada dólar de ingreso de los varones.
Sobre la Argentina, Silvina Ramos, investigadora en salud reproductiva del Centro de Estudios de Estado y Sociedad (Cedes), destacó que si bien mejoró el acceso de las mujeres a la educación y hay una decreciente tasa de mortalidad materna, persisten las dificultades para acceder al servicio de la salud. Explicó que mientras “en la ciudad de Buenos Aires la mortalidad infantil es de 1,2 por cada mil que nacen vivos, en el NOA y NEA alcanzan a 8 muertos por cada mil nacimientos”. En este sentido, la representante especial para temas de la Mujer de la Cancillería, Juliana Di Tullio, consideró que “en Argentina las diferencias que existen entre Suecia y Africa se encuentran de un barrio a otro. Siempre son los más pobres los afectados”. Por ello, aseguró que el Gobierno busca “generar empleo y mejorar la distribución de la riqueza”.
Según Di Tullio, “para después de las elecciones” el Poder Ejecutivo impulsará la ratificación parlamentaria de la Convención para la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra las Mujeres (Cedaw).

Informe: Sebastián Ochoa.