EL PAíS › INCIDENTE DIPLOMATICO CON URUGUAY POR LAS PAPELERAS
Un “incentivo” para la pelea
El gobierno de Tabaré Vázquez citó a su embajador en Buenos Aires en respuesta a que el gobernador Busti hablara de incentivos para la radicación de las papeleras. Bielsa llamó al embajador en Montevideo.
Por Miguel Jorquera
El lenguaje diplomático suele ser menos virulento que los hechos que expresa, aunque también hay gestos de la diplomacia que son más duros que su propio lenguaje. El llamado “urgente” del canciller uruguayo a su embajador en nuestro país y la convocatoria de Rafael Bielsa al embajador argentino en Montevideo mostraron que las declaraciones del gobernador Jorge Busti –quien afirmó que el gobierno uruguayo tiene “incentivos” para instalar las dos papeleras sobre la margen oriental del río Uruguay– tensaron este fin de semana la relación entre ambos países. Tabaré Vázquez quiere saber si el gobierno argentino opina igual que el gobernador entrerriano, cuyas palabras consideró “un agravio”. Bielsa, en tanto, le envió ayer a los uruguayos la aclaración de Busti, en la que aseguró que su referencia era a las “ventajas económicas” que Uruguay le asigna al emprendimiento. El Consejo de Ministros uruguayo evaluará hoy la respuesta argentina.
La reunión que durante la tarde del domingo mantuvo Bielsa con el embajador argentino en Uruguay, Hernán Patiño Meyer, daba cuenta de la magnitud de la crisis. También hubo contactos permanente entre el Palacio San Martín, la gobernación de Entre Ríos y la Cancillería uruguaya. Bielsa tuvo que aplazar su viaje a Nueva York –el vuelo salía ayer por la tarde– para participar de una reunión del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. Sobre la mesa, Bielsa y Patiño Meyer tenían las declaraciones que Busti pronunció el sábado en una entrevista radial y que motivaron la convocatoria “en consulta” de los embajadores, las del jefe de la diplomacia uruguaya, Reinaldo Gargano y el extenso comunicado de siete puntos en los que el gobernador entrerriano explica el sentido que le dio a los términos que expresó en esa entrevista, pero en el que también marca su profunda discrepancia con la radicación de las industrias.
Ayer, los medios uruguayos reflejaban “la complicada relación” entre ambos países y reproducían las palabras de su canciller. “Tenemos que conocer la opinión del Gobierno argentino a raíz de las declaraciones del gobernador de Entre Ríos, que constituyen un agravio no sólo al gobierno de la República Oriental del Uruguay en funciones sino también al conjunto de las fuerzas políticas del Uruguay que han estado formando un solo bloque con el gobierno en torno al tema de las instalación de estas plantas. Es un acto de soberanía nacional hecho con los cuidados respectivos hacia el medio ambiente y teniendo las garantías de todo tipo, incluida la instalación de esta comisión binacional”, dijo Gargano.
En tanto, de este lado del río se conocía la explicación de Busti. “El gobierno de Uruguay está dando una interpretación absolutamente equivocada a mis declaraciones y por ello mismo está cayendo en una reacción totalmente desproporcionada con los hechos. El gobierno uruguayo asume sin duda que el concepto ‘incentivo’ en mis declaraciones connota una acción espuria, ilegal o tal vez asociada a corrupción. Sólo así se explicaría la reacción anunciada por el señor canciller de llamar a consulta al embajador uruguayo”, reza el comunicado emitido desde la gobernación entrerriana.
El texto, que lleva el nombre de Busti, insiste con que el gobernador se refirió a los argumentos uruguayos sobre la instalación de las papeleras en la costera Fray Bentos que “definitivamente constituyen incentivos”: “mayores inversiones extranjeras, generación de empleo, impulso a la economía local”. Pero Busti también remarcó que estos incentivos terminan “subordinando a una inversión económica derechos que afectan la necesaria protección del medio ambiente y la propia actividad económica de los pueblos de ambas márgenes del río Uruguay”.
Busti tampoco se mostró huérfano de respaldo: “En esta acción y en esta política, los entrerrianos hemos recibido desde un inicio el total, absoluto y decidido apoyo del gobierno del presidente Néstor Kirchner,transformado en acciones concretas por parte del canciller Rafael Bielsa”. El propio canciller había firmado el viernes junto a la Asamblea Ciudadana Ambiental de Gualeguaychú un comunicado en que insistía en la “paralización de las obras” de construcción de las plantas de celulosa.
Sin embargo, voceros de la Cancillería confiaron a Página/12 que las comunicaciones de ayer con sus pares uruguayos fueron “cordiales” y consideran que el episodio “no pasará a mayores”. La confirmación será por parte del gobierno uruguayo, que hoy analizará la respuesta argentina en una reunión del presidente Vázquez con el Consejo de Ministros.