Lunes, 9 de enero de 2006 | Hoy
Según un sondeo, las universidades son la institución más prestigiosa del país. La siguen la radio, la Iglesia Católica y la Presidencia. Los diputados y los partidos, en el piso.
Por Raúl Kollmann
Las universidades siguen siendo las instituciones de mayor prestigio de la Argentina, tal vez porque es una especie de Olimpo al que todo padre quiere enviar a sus hijos y porque, según la mirada del argentino promedio, no sufrió el deterioro que se ve en la educación primaria y secundaria. Como sucede en casi todos los países del mundo, los medios de comunicación sufren una leve baja de su credibilidad, con la radio como medio más confiable y la televisión como más cuestionado. La Iglesia Católica integra el podio de las tres instituciones más creíbles, esencialmente porque la gente la ve cerca y la valora en la cuestión de las ayudas sociales. En la zona baja de la credibilidad está la Justicia, con una Corte Suprema menos cuestionada hoy en día, mientras está muy mal vista la Justicia Federal y las Justicias provinciales. Por último, en el terreno de la política, la Presidencia, los gobernadores y los intendentes, es decir los poderes ejecutivos, están en alza, mientras que los partidos, los sindicatos y el Congreso son las instituciones en las que la gente menos confía.
Las conclusiones surgen de un estudio realizado en los primeros días de este año por la consultora Opinión Pública, Servicios y Mercados (OPSM), que lidera Enrique Zuleta Puceiro. El menú de preguntas es idéntico al utilizado en una encuesta realizada en el 2004, por lo que permite evaluar no sólo la confianza y desconfianza en las instituciones sino también los cambios que se produjeron en estos dos años. En total se entrevistaron 1100 personas de todo el país respetándose las proporciones por edad, sexo y nivel económico-social.
“Las universidades son admiradas desde siempre –sostiene Zuleta–, aunque el ranking de instituciones durante décadas estuvo encabezado por la escuela, que era muy prestigiosa. Ahora, con la crisis de la educación, la universidad, que está un poco más lejos, más inaccesible, pasó al primer lugar.” Para Zuleta, “la Iglesia mantiene una alta imagen, aunque las rispideces con el Gobierno, su incursión en temas políticos como la polémica desatada por el obispo castrense Antonio Baseotto –que habló de tirar a un ministro al mar–, el atraso en los temas relacionados con la sexualidad, le han hecho bajar de 55 por ciento a 45 el nivel de confianza. Igual el ciudadano común ve a la Iglesia cerca, la fe juega un papel importante en esa confianza y también la cuestión social”.
De acuerdo con el análisis de Zuleta, en la mayoría de los países y también en la Argentina, los medios de comunicación están en el centro de las controversias. La radio es la que inspira más confianza: es un medio caliente, donde es difícil simular y el oyente percibe al que habla en forma directa, como si fuera uno más, con los mismos problemas que la mayoría. En la otra punta, con niveles bajos de confianza está la televisión, que se ha convertido en más show, más concursos, más espectáculo. Hasta los noticieros, percibe la gente, son ahora más espectáculo que opinión política y formación de opinión.
En el terreno político, la confianza en el Presidente se mantiene en los mismos altos niveles, aunque subió mucho el nivel de baja confianza, de 15 a 26 por ciento. “Allí ya se percibe un cuarto de la población que está en la oposición al Gobierno, ya sea en el pago al Fondo, la reelección o lo que sea”, acota Zuleta. Las otras figuras que se mantienen o aumentan su prestigio son los intendentes y gobernadores. “Tienen más presupuesto, se los ve de mejor calidad y no hay grandes denuncias por corrupción en los últimos tiempos”, argumenta.
En la zona media-baja de la tabla de posiciones está la Justicia. La Corte tiene menos cuestionamientos que antes, pero quienes descreen de los jueces son el doble de los que confían. Y el fenómeno se agrava.Por último, ya es un clásico –en la Argentina y el mundo– que las peores ubicaciones corresponden a los dirigentes sindicales, los partidos políticos y los legisladores.
A | B | C | ||||
2004 | 2006 | 2004 | 2006 | 2004 | 2006 | |
Las universidades | 65,3 | 67,5 | 20,6 | 28,4 | 6,4 | 4,1 |
La radio | 63,1 | 57,0 | 22,0 | 23,4 | 12,8 | 16,2 |
La Iglesia Católica | 55,3 | 45,0 | 24,1 | 29,4 | 20,5 | 24,2 |
La Presidencia de la Nación | 51,1 | 52,7 | 34,0 | 30,5 | 14,9 | 26,8 |
Los diarios nacionales | 46,8 | 37,8 | 31,2 | 41,0 | 19,2 | 18,2 |
Las Fuerzas Armadas | 38,3 | 21,3 | 22,7 | 33,8 | 33,3 | 35,4 |
Las organizaciones empresariales | 32,7 | 30,5 | 36,9 | 44,1 | 25,5 | 23,7 |
La Policía Federal | 31,9 | 32,4 | 31,2 | 25,3 | 34,0 | 42,0 |
Los intendentes | 30,5 | 36,0 | 35,5 | 34,9 | 31,2 | 25,2 |
Los gobernadores | 27,0 | 31,2 | 36,2 | 40,7 | 34,7 | 25,2 |
La televisión | 25,5 | 25,4 | 31,2 | 31,0 | 42,5 | 40,6 |
Las policías provinciales | 23,4 | 18,6 | 26,2 | 34,0 | 46,9 | 38,8 |
Las demás iglesias | 21,3 | 19,1 | 26,2 | 27,3 | 26,9 | 31,5 |
La Justicia Federal | 21,2 | 23,0 | 31,2 | 33,5 | 46,1 | 42,2 |
La Corte Suprema de Justicia de la Nación | 19,1 | 17,6 | 27,0 | 39,7 | 52,5 | 36,2 |
Organismos de control del Estado | 15,6 | 11,4 | 34,0 | 39,0 | 48,9 | 49,3 |
La Justicia de las provincias | 14,9 | 13,4 | 26,2 | 30,9 | 53,2 | 42,5 |
Las organizaciones sindicales | 13,5 | 9,2 | 21,3 | 20,5 | 63,1 | 69,7 |
La Cámara de Diputados de la Nación | 12,0 | 11,9 | 31,2 | 27,8 | 56,8 | 60,2 |
Los partidos políticos | 12,0 | 10,2 | 19,9 | 19,0 | 67,3 | 71,0 |
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