Néstor Kirchner volvió a utilizar la tribuna de un acto –en el que inauguró obras en territorio bonaerense– para pedirles a los ganaderos que bajen el precio de la carne (ver página 9). Pero lo novedoso no fue la actitud presidencial sino quiénes se sentaron en primera fila, frente al palco, para escuchar a Kirchner. Varios ex intendentes y dirigentes provinciales que hasta las elecciones de octubre le profesaban su profunda lealtad a Eduardo Duhalde, llegaron hasta Berazategui para encolumnarse sin condicionamientos detrás del Presidente. Incluso, buscaron la foto junto a Kirchner y hasta fogonearon su reelección. El Presidente les dio la bienvenida: “Estamos cambiando los códigos de la vieja política”.

Fue una gran reconciliación. Como si nada hubiera pasado, los ex duhaldistas llegaron ayer por la tarde al polideportivo “Roberto De Vicenzo” de Berazategui para respaldar al Presidente. Allí estuvieron los intendentes Hugo Curto (Tres de Febrero), Baldomero “Cacho” Alvarez de Olivera (Avellaneda), Alberto Granados (Ezeiza), el ex presidente de la Cámara de diputados bonaerense Osvaldo Mércuri y el diputado nacional Alfredo Atanasof. En el palco ya estaba el intendente local Juan José Mussi, otro de los dirigentes que compartió junto al ex hombre fuerte del PJ bonaerense la mesa chica en la que se tomaban las decisiones políticas. “Estamos cambiando los códigos de la vieja política”, dijo Kirch-

ner en una de sus primeras frases de su discurso. Los ex duhaldistas no dudaron en aplaudir efusivamente las palabras presidenciales que hasta las elecciones de octubre fueron el caballo de batalla del kirchnerismo contra las huestes de Duhalde. Junto al Presidente llegaron varios de sus hombres de confianza, como los ministros Julio De Vido, Juan Carlos Nadalich y el diputado Carlos Kunkel; y otros que provenían del duhaldismo pero que se encolumnaron junto a él tras la ruptura en el PJ provincial: el ministro Aníbal Fernández, el senador José Pampuro, el presidente de la Cámara baja Alberto Balestrini y el intendente de Florencio Varela, Julio Pereyra.

El gobernador Felipe Solá –el más resistido por el duhaldismo provincial– también tendió la mano conciliadora: “Somos compañeros vengamos de donde vengamos. Vamos juntos como parte de una gran corriente popular”. Pero Solá evitó entrar en detalles sobre el pasado reciente. “Si entramos en explicaciones de dónde viene cada uno nos equivocamos. El que explica se complica”, pretendió sintetizar el gobernador.

Mussi, que tuvo la oportunidad de usar el micrófono, fue el vocero de los ex duhaldistas que juramentaron su nueva lealtad. “Trabajamos juntos. Asumo el cumplimiento de lealtad del pueblo de Berazategui”, dijo el intendente local que extendió el compromiso: “Nos encontramos unidos con un gobierno que quiere cambiar la historia desde la Nación, la provincia y el municipio”. Todas fueron mieles.

Osvaldo Mércuri, el hombre que trabó el presupuesto bonaerense en la Legislatura rompiendo lanzas con Solá, no perdió la oportunidad de expresar su entusiasmo con el regreso al oficialismo. “El PJ acompaña el liderazgo que representa el presidente Kirchner y las autoridades a nivel provincial”, sostuvo.

Curto, uno de los que encabezaron el éxodo de los intendentes duhaldistas al kirchnerismo, también hizo punta en fogonear la reelección, aunque no fue el único. “Me parece que si el país se encamina a resolver los problemas de la gente, inevitablemente va a haber una reelección del presidente Kirchner”, aseguró el jefe comunal de Tres de Febrero. “El PJ y todas las fuerzas lo van a acompañar” a Kirchner en la reelección, dijo Mércuri. El que prefirió hacer un gesto reconciliador en lugar de hablar fue Atanasof: el hombre que cargó con gran parte de la campaña de Chiche Duhalde subió al palco y abrazó con fuerza al Presidente.