El presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, dijo ayer que la Argentina se encuentra entre los “aliados estratégicos” de su país. En una conferencia ante el Parlamento de su país, que en esas tierras se conoce como el Debate por el Estado de la Nación, Zapatero habló sobre las inversiones hispanas en América latina. “Seguimos de cerca el intenso cambio que está aflorando en otros lugares de Iberoamérica. Lo seguimos activamente y con prudencia, pero también con la determinación de defender nuestros intereses legítimos, con la exigencia de que se respete la plena seguridad jurídica. Y nuestro esfuerzo ya ha sido saludado y reconocido por las organizaciones de empresarios”, aseguró. La audiencia terminó con un fuerte cruce con el líder del Partido Popular, Mariano Rajoy.

La exposición que Zapatero dio ayer ante los legisladores españoles se produjo tres semanas antes del viaje de Néstor Kirchner a Madrid, previsto para los días 21 y 22 de junio. La visita se acordó en la reciente cumbre entre Sudamérica y la Unión Europea, en la capital austríaca, y tendrá como objetivo analizar la situación de las empresas privatizadas españolas y los eventuales planes de inversión, entre ellos el de la petrolera Repsol. En aquella cumbre entre jefes de Estado, Kirchner le transmitió a Zapatero su inquietud por la falta de exploración para localizar nuevos yacimientos de crudo, una situación por la que responsabiliza a Repsol.

Durante la audiencia ante los legisladores, el opositor Mariano Rajoy afirmó en diversas ocasiones en que Zapatero carece de política exterior. “España ha desaparecido del mapa. Las relaciones con nuestros aliados, los países europeos y Estados Unidos son pobres”, cuestionó. También le criticó las “tendencias indigenistas”, por sus relaciones con el presidente de Bolivia, Evo Morales. El presidente español no tardó en contestarle. “En Latinoamérica se quiere a España y en España a Latinoamérica. Hay que hacer una política de diálogo y entendimiento con todos ellos”, replicó.

En su discurso, el mandatario español recordó que en la Cumbre Iberoamericana que se celebró en la ciudad de Salamanca, los países de habla hispana contribuyeron a “la articulación de una comunidad política en torno del fortalecimiento de las instituciones democráticas, del respeto a los derechos y libertades, y de la cooperación”. También se refirió a los programas de asistencia social que España firmó con algunos Estados latinoamericanos. En concreto, mencionó el canje de deuda por educación firmado con la Argentina y otros países de la región, por montos que superan los 300 millones de dólares.

La exposición de Zapatero –que apuntaba a demostrar los logros del gobierno en sus relaciones internacionales– motivó un duro cuestionamiento por parte del conservador Partido Popular. Ex candidato presidencial de los populares, Rajoy consideró que la política exterior del PSOE es “cabizbaja y errabunda”. “En Iberoamérica, usted es abofeteado por Chávez y Morales”, cargó. El presidente español contestó las críticas en lo que fue interpretado como una referencia implícita a la nacionalización de los hidrocarburos dispuesta por Bolivia el pasado 1º de mayo. “Estoy dispuesto a defender los intereses legítimos de España”, subrayó. La nacionalización de los hidrocarburos en Bolivia desencadenó una serie de versiones, que llegaron a la prensa española, acerca de que la Rosada estaba estudiando comprar, a través del Estado o de capitales privados argentinos, una parte de las acciones de Repsol.