EL PAíS
Los obispos, muy preocupados por la violencia pero muy cautelosos
La mesa coordinadora del Diálogo Argentino, de la que participan la Iglesia y el Gobierno, repudió “los hechos de violencia”. Los obispos debatieron durante toda la jornada pero no acordaron ayer una declaración conjunta.
Por Washington Uranga
La mesa coordinadora del Diálogo Argentino, de la que participan representantes del Gobierno y de la Iglesia Católica contando con el apoyo técnico de las Naciones Unidas, emitió ayer una declaración para “repudiar los hechos de violencia” y reclamar “el inmediato esclarecimiento de lo sucedido”. A su vez el cardenal Raúl Primatesta, presidente de Pastoral Social del Episcopado, criticó las políticas que generan desempleo y caos social, y sostuvo que estas son el origen de la violencia y la represión. Los acontecimientos ocurridos en Avellaneda generaron numerosas consultas entre los obispos que no concluyeron, sin embargo, en una declaración común que ofreciera la posición de la Iglesia frente a los sucesos de violencia.
La Mesa del Diálogo Argentino emitió un escueto comunicado mediante el cual reiteró que “no hay otro camino que el diálogo y la serenidad para superar la crisis que vive el país y alcanzar los consensos necesarios para asegurar la paz social y recuperar el sentido de bien común”. Los integrantes de la mesa coordinadora del Diálogo Argentino son el senador Antonio Cafiero, el diputado José María Díaz Bancalari y el vicejefe de gabinete, Juan Pablo Cafiero, por el Gobierno, los obispos Juan Carlos Maccarone, Jorge Casaretto, Artemio Staffolani, Agustín Radrizzani, Domingo Castagna y Marcelo Palentini, por el Episcopado, y el embajador Carmelo Angulo Barturen, por las Naciones Unidas.
El cardenal Raúl Primatesta sostuvo, por su parte, que “no puede existir una política de desarrollo sin una política de empleo digno, y sin esta y con una desordenada política social que manipula todo, sobreviene violencia y represión y muchos argentinos saldrán lastimados”. El arzobispo emérito de Córdoba habló en Rosario en el marco de una reunión de laicos católicos de la que estaba participando.
Primatesta agregó que “si no se respetan los valores de la dignidad del hombre todo tiende a desintegrarse” y “por otra parte si no hay valores que respeten una alternativa laboral es lógico que la gente busque comida y medicamentos, y si esta entrega es manipulada o negada vendrá el caos social”. A través de su secretario personal, Guillermo García Caliendo, el cardenal cordobés se comunicó con el dirigente piquetero Néstor Pitrola, del Polo Obrero, para “expresarle solidaridad ante los hechos sucedidos” y enviar “un abrazo solidario a todos los que sufren y luchan por un país con justicia social”.
Mientras tanto los obispos participantes de la Mesa del Diálogo continúan con sus gestiones para lograr que la dirigencia política suscriba, antes del 9 de julio, el documento titulado “Consensos para las reformas”, en el entendido de que están allí las bases de un acuerdo que puede aportar alternativas para la coyuntura. Fuentes episcopales se mostraron “mesuradamente optimistas” acerca de que tal acuerdo se pueda alcanzar en breve, tomando como referencia los diálogos mantenidos en los últimos días con diferentes dirigentes políticos. Entre los obispos participantes de la Mesa del Diálogo Argentino existe el convencimiento de que ese espacio es el que mayores posibilidades ofrece como escenario para arribar a consensos en medio de una situación que se analiza como “extremadamente crítica”.
Por otra parte, un grupo de senadores justicialistas disidentes entre los que se cuentan Jorge Yoma, Jorge Busti y Cristina de Kirchner anunciaron que se reunirán hoy con el presidente del Episcopado, arzobispo Estanislao Karlic, para expresarle su “preocupación” por los disturbios de ayer y presentarles a los obispos su iniciativa de ley de acefalía, que implica el adelantamiento de las elecciones para presidente y vice y la caducidad de todos los cargos electivos.