Esta tarde a las 19, Néstor Kirchner parte rumbo a España donde permanecerá hasta el sábado en la que será su tercera visita oficial a la península. Desarrollará una nutrida agenda que incluirá encuentros con el rey Juan Carlos, el primer ministro José Luis Rodríguez Zapatero, líderes de la oposición y empresarios españoles, entre los que se destacan el presidente de Repsol-YPF y representantes del grupo Marsans –que controla Aerolíneas Argentinas–. El objetivo central de la misión es estrechar vínculos con el gobierno de Rodríguez Zapatero, uno de los principales aliados externos del presidente Kirchner desde que el líder socialista accedió al poder dos años atrás. En ese marco, la renegociación con las privatizadas, la perspectiva del anuncio de mayores inversiones en la Argentina por parte de Repsol-YPF y el reingreso del Estado en Aerolíneas –adquiriendo un porcentaje de las acciones– son expectativas razonables. Acompañarán al Presidente, ministros, legisladores, empresarios y dos gobernadores: el radical Gerardo Zamora y el peronista Jorge Obeid. Es probable que el jefe del Estado dedique alguna de las doce horas del vuelo para conversar con ellos, especialmente con Obeid, ya que Santa Fe dará el puntapié inicial del cronograma electoral 2007, y se trata de la única provincia en donde el Frente para la Victoria fue derrotado el año pasado por el socialista Hermes Binner.

El Gobierno le asigna gran importancia a esta visita de cuatro días que realizará el Presidente a Madrid. Los contactos con las principales figuras políticas –incluida una visita a las Cortes– y una extensa bilateral en la Moncloa con el premier Rodríguez Zapatero –quien estará presente además en el almuerzo en el Palacio Real– hablan a las claras de la intención de la delegación argentina de no pasar desapercibida.

La profundización de la política oficial para que el Estado recupere el terreno perdido en la década menemista en torno de la prestación de servicios esenciales, podría tener hechos concretos: el ministro Julio De Vido trabaja contra reloj en la elaboración de una propuesta de reingreso del Estado en Aerolíneas –en un porcentaje que estaría entre el 5 por ciento y el 20 por ciento de las acciones– pero invitando a sus pares españoles a hacer lo mismo. Esta posibilidad –que fue anticipada por Página/12 en su edición de ayer– podría marcar un hito en la relación entre ambas naciones.

Felisa Miceli será la “adelantada” y contactará al empresariado local antes de la reunión que mantendrá el Presidente con representantes de las dos principales cámaras empresariales españolas. No se descarta que ese sea el escenario para que se haga público el programa de pago de la deuda argentina de 6200 millones de dólares con el Club de París, que incluye un préstamo español de los días del “blindaje”.

Marcando el final de la agenda oficial –que contempla el sábado en Madrid “para cumplir actividades particulares”– el Presidente recibirá en la Embajada Argentina a los directivos de las privatizadas, y entre los temas que se abordarán estarán el plan de inversiones, la participación del Estado, también –y a partir del nuevo esquema propuesto– renegociación de tarifas.

Si bien la relevancia del periplo presidencial está dado por el nivel y características de la agenda, tratándose de Kirchner se descuenta que a la ida –y especialmente a la vuelta– conversará con quienes habitualmente no integran el plantel oficial; entre ellos Jorge Obeid –con quien intercambiará información sobre Santa Fe, una de las pocas provincias (son tres) que tendrá elecciones antes del 28 de octubre. En la provincia en la que el socialista Hermes Binner superó al jefe de bloque de diputados Agustín Rossi (que vuelve al avión presidencial) las elecciones serán el 4 de septiembre, y alrededor del Presidente se especula con diferentes escenarios que van desde la “rehabilitación” de Carlos Reutemann hasta un eventual –aunque lejano– acuerdo con el socialismo.

El otro gobernador que integra la comitiva es el santiagueño Zamora, que la mayor parte del viaje se sentará al lado de su correligionario Enrique “Japonés” García, que desde hace casi 20 años es el intendente de Vicente López, e integra junto al gobernador mendocino Julio Cobos, y su par de San Isidro Gustavo Posse –viajaron con Kirchner a Viena hace poco más de un mes– el sector de la UCR que se perfila para participar de la “concertación” de la que se ocupa en su trazo más fino otro de los pasajeros, el jefe de Gabinete Alberto Fernández.