Si no hay cambios de último momento, el Consejo del Salario llevará hoy el salario mínimo, vital y móvil a un monto cercano a los 800 pesos. La negociación se presenta trabada en apariencia ya que las posturas que ayer hicieron públicas las partes están alejadas. No obstante, la cifra terminaría siendo aceptada por los empresarios y la CGT y, en cambio, dejaría en soledad a la CTA en su reclamo por un monto superior.

En la actualidad el salario mínimo es de 630 pesos, los empresarios proponen llevarlo a 693 pesos y el sindicalismo a 857 pesos. Sin embargo, es improbable que el Gobierno lo ubique por encima de los 800 pesos porque podría reabrir discusiones paritarias. Esto es así ya que el promedio inferior de los básicos de convenio acordados hasta la fecha fue de 803 pesos.

Fuentes oficiales reiteraron anoche lo adelantado por Página/12: que el nuevo salario mínimo oscilaría entre los 760 y los 790 pesos. El Gobierno no se privó de hacer gestiones para que el sindicalismo firme el acuerdo sea cual fuere el número final. Eso lo saben bien el titular de la CGT, Hugo Moyano, quien ayer estuvo en la Rosada, como también Víctor De Gennaro, quien desayunó con el ministro de Trabajo, Carlos Tomada.

El primer test donde representantes de los tres sectores –Estado, empresas y sindicatos– se vieron la cara ocurrió ayer en la denominada Comisión del Salario. El jefe de Gabinete del Ministerio de Trabajo, Norberto Sciaravino, se encargó de la apertura. El funcionario recordó el “esfuerzo” que significó para el Gobierno haber llevado el salario mínimo de 200 pesos que encontró al inicio de la gestión a los 630 actuales.

Los empresarios no sorprendieron: tal como informó Página/12, volvieron a barajar una mejora del 9,9 por ciento en base a la curva del índice de costo de vida desde la última reunión del Consejo del Salario, el año pasado. Concretamente, por boca de Horacio Martínez (UIA) propusieron un salario mínimo de 693 pesos, que se alcanzaría gradualmente durante incrementos en julio, agosto y septiembre.

Este sector hizo hincapié en que la mejora debe ser diferenciada por regiones. Y recordó que en el noreste y noroeste persiste un alto índice de incumplimiento en el pago del salario mínimo. Los sindicalistas, quienes rechazaron la idea de regionalizar el aumento y de hacerlo en forma escalonada, recordaron entonces que en el 75 por ciento de las obras trabajadas se paga un valor inferior a los 630 del mínimo.

La voz cantante de la CGT fue José Luis Lingeri. El sindicalista pidió un salario mínimo de 857 pesos, equivalente a la línea de pobreza. Aunque hubo interpretaciones disímiles sobre cómo conformó ese número. LA CTA interpretó que allí se incluyeron a las asignaciones familiares. Es decir, que a ese monto –que tiene validez para una persona casada con dos hijos– el que es soltero, y no percibe asignaciones, debería restarle 120 pesos.

En ese sentido, la CTA, a través de su delegado Pedro Wasiejko, dejó en claro que esa central alternativa quiere “provisoriamente” un mínimo de 857 pesos, más las asignaciones familiares. Lo de provisoriamente es porque no se fijó el valor de la canasta básica de alimentos.

Donde sí hubo un punto de coincidencia fue sobre la necesidad de universalizar las asignaciones por hijo, a fin de que lo cobren todos los trabajadores cualquiera sea su condición. Es un añejo reclamo de la CTA que ayer tomó como propio la CGT a través de Lingeri.

Desde la CTA de De Gennaro, hubo quejas hacia el Gobierno. Wasiejko hizo un alegato sobre la “inutilidad” y “desnaturalización” del Consejo del Salario, ya que no se cumple con las reuniones de sus distintas comisiones. En esa misma línea se manifestó Claudio Lozano. El economista de la CTA habló de una “pantomima” de discusión ya que, a su entender, el Consejo del Salario se realiza al solo fin de “legalizar acuerdos” alcanzados fuera del mismo entre la UIA y la CGT. Lozano habló tras una reunión con la Federación Agraria y la Asamblea de Pequeños y Medianos Empresarios. Y fue durísimo con el Gobierno por no haber cumplido, vía Consejo, la obligación de relevar el valor de la canasta básica, que la CTA estima en 2205 pesos.

Volviendo a la Comisión del Salario, Martínez pidió allí por la continuidad del funcionamiento de las comisiones, sobre todo la de Empleo, en busca de una ley concertada para combatir el empleo informal y el no registrado. Horacio Meguira, asesor legal de la CTA, puso énfasis en que las empresas realicen un control del sistema de contratación.

La Comisión del Salario volverá a reunirse hoy a las 13 para seguir con la búsqueda de consensos. Será el aperitivo antes de la reunión del Consejo del Salario convocada para dos horas más tarde.