Un obrero de Astilleros Río Santiago relató ayer su secuestro y torturas durante la dictadura y aportó un listado de más de cuarenta trabajadores de esa empresa naval estatal que fueron desaparecidos en ese período. Diego Barreda, de 62 años, declaró ante el Tribunal Federal Oral 1 de La Plata, que juzga al ex represor Miguel Etchecolatz, y ante decenas de sus compañeros que asistieron a la audiencia para acompañarlo. También estuvieron presentes el líder piquetero y subsecretario de Tierra y Hábitat Social, Luis D’Elía, y el secretario de la Asociación de Trabajadores del Estado delegación provincial, Hugo Godoy.

“En general, los detenidos para distraerse hacían artesanías con hilo de trapos, verduras y migas de pan. El 19 de septiembre de 1978 un compañero preparó un collar con migas de pan y me lo entregó”, relató Barreda sobre su cautiverio en el Pozo de Banfield. “Cuando fui blanqueado se lo entregué a la que era mi esposa en ese entonces para que se lo dé a la familia de ese hombre, a su criatura”, recordó el testigo con emoción.

El obrero también describió que una mujer de nacionalidad uruguaya tuvo su beba en cautiverio y fue asesinada sin permitirle ver a la niña. “Se llamaba María Artigas, era uruguaya y estaba embarazada de 8 meses. Tenía claro que la iban a asesinar tras el parto, así que me pidió que si yo salía con vida informara a su familia que quería que la niña se llamara como ella”, dijo Barreda con un hilo de voz.

“El objetivo de los represores no era solamente desaparecer gente, sino implementar un modelo económico que aún hoy padecemos, y para eso necesitaban desmantelar y descabezar a una empresa estratégica como Astilleros”, sostuvo Barreda. Cuando culminó el testimonio del operario, el abogado querellante Alejo Ramos Padilla, que representa a María Isabel Chorobik de Mariani, solicitó al tribunal se investigue puntualmente el accionar represivo en Astilleros Río Santiago, “la empresa que más desaparecidos tuvo durante la dictadura”.

Durante la audiencia de ayer, otros tres testigos relataron los secuestros de Nora Formiga, Elena Arce y Margarita Delgado, tres de los homicidios calificados que se le imputan a Etchecolatz.