La réplica tardó una semana en llegar. Arribó a siete días de la movilización con reclamos de mayor seguridad que convocó el ingeniero Juan Carlos Blumberg frente a la Casa Rosada, en la que se dirigió al presidente Néstor Kirchner en persona y en la que le habló de supuestas “promesas incumplidas”. Tras la marcha, el ingeniero se quejó de que nadie en el Gobierno le dio una respuesta. En cierta forma, ayer la tuvo. “Las palabras democracia y seguridad, que tanto menean unos y hablan tanto, no se construyen ni con un palo en la mano ni se construyen con actitudes o con supuestos esquemas determinados”, devolvió Kirchner. No se refirió epecíficamente a Blumberg, pero sí a la seguridad, el tema preferido hoy por los referentes del centroderecha.

La marcha había sido interpretada por el Gobierno como un lanzamiento de Blumberg, quien fue tentado por el diputado Mauricio Macri para ser candidato a gobernador bonaerense por PRO. El principal encargado de responder a Blumberg había sido el subsecretario de Tierras para el Hábitat Social, Luis D’Elía, quien convocó a una contramarcha en el Obelisco a la misma hora, que tuvo una magra concurrencia. El ingeniero, en cambio, contó con la presencia entre los manifestantes de los líderes de PRO, Mauricio Macri y Ricardo López Murphy, de la activista castrense Cecilia Pando y del ex comisario acusado de secuestros, torturas y asesinatos, Luis Patti.

El día después de la movilización, el Gobierno evaluó que se trató de una “convocatoria de la derecha”. “Este Blumberg de derecha no nos va a presionar más. Ahora va a sentir nuestro frío”, señaló a este diario ese viernes una alta fuente de Balcarce 50. El pronóstico se cumplió: Blumberg no fue recibido por ningún funcionario de primera línea. Debió dejar su petitorio al secretario privado del ministro del Interior, Aníbal Fernández, a través del vallado de Casa de Gobierno y en la mesa de entradas del Senado.

En ese contexto, la frase de Kirchner apuntó no sólo a Blumberg sino al espectro de centroderecha, que tomó como principal punto de su campaña la inseguridad. “Se ponen nerviosos cuando se lucha contra la impunidad, cuando se busca la justicia, cuando se empieza a conseguir trabajo, cuando salen las escuelas, cuando las universidades empiezan a abrirse a todos los argentinos”, sostuvo el Presidente, en un acto en el Ministerio de Educación por el Día Internacional de la Alfabetización. “Es muy fácil levantar voces fiscales, colocarse en una punta de la sociedad desde la cual lo único que les interesa es llegar a ser por ser. Y entonces lo único que les interesa es ver qué parte del poder tienen para ver cómo lo instrumentan y lo utilizan”, disparó Kirchner.

“En una sociedad que margina a sus hijos, que da educación selectiva, en la que hay algunos sectores que tienen todo y otros que no tienen nada, o una sociedad como la nuestra que le tocó vivir su explosión en el año 2001, donde casi todos perdieron todo porque algunos se olvidaron, porque tenían algo de los que no tenían nada, nos tiene que hacer reflexionar seriamente”, señaló el Presidente. Y agregó: “Estamos mejorando, hay que luchar contra la injusticia, pero para que haya justicia, para que haya democracia cada vez más plena, para que haya posibilidades igualitarias, es necesario abrir las compuertas para todos”.