El gobernador Carlos Rovira y su contrincante, el obispo emérito Joaquín Piña, cosecharon apoyos nacionales cuando empieza la recta final de la campaña por las elecciones constituyentes del 29 de octubre. Rovira recibió un espaldarazo de la ministra de Desarrollo Social, Alicia Kirchner: “Estamos trabajando para transformar la Argentina, mientras hay algunos que quieren sembrar el miedo y frenar este proceso de transformación”, disparó la hermana del Presidente. Por su parte, Piña recibió el apoyo del Premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel, y del titular de la CTA, Víctor De Gennaro, en un acto en Posadas. “No se puede hacer lo nuevo con los cómplices del pasado. Y Rovira es el hijo de (ex gobernador Ramón) Puerta”, advirtió De Gennaro.

Tras siete años frente al gobierno, Rovira quiere reformar la Constitución para conseguir una reelección indefinida. Contra esta iniciativa se formó el Frente Unidos por la Dignidad (FUD), que reúne a la CGT, la CTA, la UCR, el PC, el PS y otros ocho partidos. El FUD lleva a la cabeza de la lista al obispo saliente Piña, que acusó recibo ayer de la frase del Papa (ver aparte). El primero en meterse de lleno en la campaña misionera fue el presidente Néstor Kirchner, cuando viajó a la provincia a apoyar a Rovira el 27 de septiembre. Allí elogió con generosidad al gobernador –que fue uno de los primeros en apoyarlo en la campaña presidencial de 2003– y cargó contra la Iglesia: “Dicen que quieren poner equilibrio, ¿por qué no pusieron equilibrio durante la dictadura?”. Sobre la re-re de Rovira señaló que “nadie se quiere apropiar de las instituciones, menos quien se presenta permanentemente a elecciones”.

Las radios misioneras anunciaron, desmintieron, reconfirmaron y volvieron a desmentir una segunda visita de Kirchner. Finalmente, la que viajó fue Alicia Kirchner, con la excusa de la inauguración de dos Centros Integradores Comunitarios (CIC), uno en El Dorado y otro en 25 de Mayo. En ambas ciudades, se mostró junto con un sonriente Rovira. “Hay que cuidar lo que se está construyendo desde 2003, sin importar el pasado que ahora se disfraza con dirigentes que no vienen de la política”, lanzó el gobernador, que hoy será anfitrión del jefe del bloque K, Agustín Rossi.

Simultáneamente, Piña recibió a Pérez Esquivel y a De Gennaro, con los que compartió un acto en Posadas. “No somos pesimistas, ni estamos asustados”, destacó el obispo, ante cientos de personas que se reunieron en la plaza San Martín. Piña destacó que Kirchner “largó un discurso que tenía aprendido de memoria en que demostró una gran desinformación”.

“Llamar a una Constituyente simplemente para que un gobernador pueda ser reelecto es totalmente surrealista e irracional. Quieren atornillarse a los sillones”, aseguró el Premio Nobel de la Paz, quien estuvo reunido con funcionarios judiciales para interiorizarse sobre el avance de los procesos por crímenes de la dictadura. “Me llamó la atención que el gobernador les prohibiera a la policía y a sus familias ir a misa”, indicó Pérez Esquivel en referencia a un artículo de El Territorio, que informó que la orden provino del jefe de la policía provincial, Rubén Gabriel.

Por su parte, el titular de la CTA recordó su cercanía con Piña en el Frente Nacional contra la Pobreza (Frenapo) y en el movimiento de los Chicos del Pueblo. En diálogo con Página/12, De Gennaro planteó que Kirchner “se equivoca cuando trata de igualar aquella jerarquía de la Iglesia que fue capaz de bendecir las armas genocidas con obispos como Piña, que viene del ejemplo de Angelelli, Novak, De Nevares”.

De Gennaro aseguró que en “Misiones hay un movimiento social, político y cultural que coaguló en esta expresión de no al autoritarismo. Es una inmoralidad querer reformar un solo artículo de la Constitución para beneficiar a dos personas, cuando miles de niños viven en la pobreza”. “A pesar del miedo que intentan instalar y de las dádivas, hay un clima de alegría porque se siente el afecto hacia el padre obispo”, consideró el dirigente de la CTA.