Viernes, 20 de octubre de 2006 | Hoy
EL PAíS › LA LEGISLATURA PORTEÑA Y LOS CENTROS CLANDESTINOS DE DETENCION
La Legislatura cedió la Mansión Seré al municipio de Morón y expropió Automotores Orletti para recordar el horror de la represión.
Por Santiago Rodríguez
La Legislatura porteña aprobó ayer el traspaso a la Municipalidad de Morón del predio de la Mansión Seré, sede de un centro clandestino de detención de la Fuerza Aérea, y la expropiación del inmueble de Automotores Orletti, uno de los campos de concentración que los represores montaron en la ciudad de Buenos Aires. Las dos iniciativas fueron avaladas por una abrumadora mayoría de legisladores en presencia de dirigentes de organismos de derechos humanos –entre los que se destacaron las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo– y sobrevivientes de la dictadura militar. Ambos sitios serán preservados como espacios de memoria.
“La cesión definitiva de este predio es un reconocimiento del uso que actualmente da el municipio de Morón a este lugar”, destacó el legislador Fernando Melillo a favor de la aprobación del pase de la Mansión Seré y agregó: “Esto permite no sólo homenajear a las víctimas y condenar definitivamente el terrorismo de Estado, sino también reparar el peor daño causado a toda la sociedad por la dictadura: socavar nuestra sensibilidad, que la práctica social y política haya dejado de ser vivida como proyecto colectivo y la pérdida de un sentido de pertenencia a una comunidad y a una Nación”. Como autor del proyecto, Melillo lo fundamentó antes de una votación categórica: 53 legisladores a favor y sólo uno en contra.
Quien se diferenció fue Jorge Enríquez por entender que el traspaso de la Mansión Seré “resulta evidentemente parcial” y “no contribuye a la pacificación”, sino que “alimenta el resentimiento y el deseo de venganza”. Enríquez fijó su posición –similar a la que pregona la Asociación Memoria Completa– en un dictamen que retiró a cambio de que no hubiera más discursos que el de Melillo.
La escena se repitió en el caso de la expropiación de Automotores Orletti: la única exposición fue de la kirchnerista Ana Suppa, quien hizo suyo un proyecto redactado años atrás por el ex legislador Eduardo Peduto. “Nuestra ciudad recupera para la memoria colectiva un espacio testimonial del terrorismo de Estado que tiene una significación muy especial porque es la única referencia física que conservamos del denominado Plan Cóndor, a través del cual las dictaduras latinoamericanas regionalizaron la represión ilegal desatada contra los pueblos hermanos de Argentina, Uruguay, Paraguay, Brasil, Chile y Bolivia”, remarcó.
Hubo dirigentes de derechos humanos de varios de esos países que presenciaron la sesión junto a la titular de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, Madres de Plaza de Mayo, Línea Fundadora, Madres del Dolor y representantes de otros organismos locales. También estuvieron sobrevivientes de la Mansión Seré y el intendente de Morón, Martín Sabbatella. “Es un orgullo que los legisladores hayan valorado el inmenso trabajo y el esfuerzo que venimos realizando desde hace seis años para recuperar la memoria colectiva”, declaró el jefe comunal.
El predio de la Mansión Seré pertenecía a la ciudad de Buenos Aires, pero en los últimos años Morón se hizo cargo del sitio, donde construyó una Casa de la Memoria y el centro deportivo Gorki-Grana. Los legisladores aprobaron la transferencia para que ese municipio siga adelante con la tarea de recordar lo que allí ocurrió durante la dictadura y ése es también el propósito de la expropiación de Automotores Orletti.
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