Jurando mayoritariamente por Dios y por la Patria, asumieron los nuevos miembros del Consejo de la Magistratura. El órgano encargado de remover y seleccionar a los jueces estrena no sólo nuevos integrantes sino también una nueva proporcionalidad impulsada por el oficialismo a pesar de las críticas de la oposición y de las principales organizaciones no gubernamentales vinculadas.

Salvo la diputada Diana Conti, que juró por la Patria, el resto de los consejeros invocaron a Dios. El nuevo Consejo redujo sus integrantes de 20 a 13. Una modificación que le otorga al oficialismo poder de veto. Seis de los trece miembros representan al mundo de la política, tres al ámbito de los jueces, dos al de los abogados, uno al mundo académico y otro al Ejecutivo. Del nuevo Consejo forman parte los senadores Nicolás Fernández y María Laura Leguizamón por el Frente para la Victoria. La porteña Leguizamón reemplazó a Miguel Angel Pichetto luego de que la primera dama lo convenciera de no insistir en una re-reelección por un tercer mandato. El senador por la oposición es el radical mendocino Ernesto Sanz. El oficialismo de Diputados lo representan Conti y Carlos Kunkel. El radical Federico Storani, el único ausente de los 13 miembros del cuerpo, es el representante de la oposición por Diputados. También juraron la secretaria de Justicia de la Nación, Marcela Losardo, que representa al Poder Ejecutivo, y Marcelo Candiotti, en nombre del ámbito académico. Los camaristas en lo criminal Luis Bunge Campos y Luis María Cabral y el juez federal de San Juan Miguel Angel Gálvez completan el terceto de magistrados, en tanto que los abogados Santiago Montaña y Pablo Mosca representan a los abogados a nivel nacional.

Al término del acto, Cabral opinó que “el Consejo debería ser presidido por un juez” y consideró que “hay que lograr un consenso en la gestión a favor de la transparencia de los concursos” de postulantes y “ejercer el control adecuado del desempeño de los jueces, con pleno respeto por la labor de los magistrados”.