Los legisladores nacionales harán el brindis de Navidad y los habituales chistes del Día de los Inocentes en el recinto. El Gobierno prorrogó por decreto el período de sesiones ordinarias del Congreso –que terminaba a fin de este mes– hasta el 29 de diciembre. Ni la repentina y frenética actividad que desarrollaron los diputados durante noviembre logró destrabar el cuello de botella de un importante número de leyes que el Ejecutivo quiere lograr. Están pendientes de aprobación el Presupuesto para el 2007, la nueva Ley Nacional de Educación, la reducción de la Corte Suprema, la creación del juicio por jurados y la prórroga de la Emergencia Económica vigente desde 2002 y de varios impuestos clave para la recaudación fiscal, como Ganancias, Cheques y Tabaco. Además de un largo temario en el que se incluyen la incorporación de tratados internacionales y los delitos informáticos a la legislación nacional; el marco regulatorio para las empresas de medicina prepaga y el suministro público de la píldora anticonceptiva “del día después” en caso de violaciones.

La larga lista era imposible de agotar para los lesgisladores en lo que queda de noviembre. Por eso, Néstor Kirchner –que se reserva aún la opción de convocar a sesiones extraordinarias– prorrogó por un mes la tarea del Congreso a través del decreto 1670, publicado ayer en el Boletín Oficial. La Cámara de Diputados intentó una arremetida final en las últimas semanas, pero no le alcanzó para cumplir con los tiempos. Incluso, su presidente, Alberto Balestrini, les planteó a los diferentes bloques la idea de sesionar dos veces a la semana: miércoles y jueves.

La experiencia de este miércoles en el recinto –que levantó la sesión pasadas las 2 de la madrugada en medio del silencioso éxodo de diputados que amenazaba hacer caer el quórum para sesionar– dio por tierra con el plan. Los legisladores de la oposición protestaron ante la metodología impuesta por el oficialismo, que incluía reuniones sobrepuestas de comisiones con frondosos temarios y extensas sesiones para convalidar dictámenes que la mayoría no puede analizar o directamente desconoce.

Pero el reclamo opositor se hizo oír con creces en la madrugada del jueves, cuando extenuados y entre bostezos, advirtieron que el presidente de la Comisión de Presupuesto y Hacienda, Carlos Snopek, incorporó una modificación, fuera del dictamen de comisión, que llevaba la prórroga de los impuestos a Ganancias, Cheques y Tabaco de un año a dos.

El Senado tuvo un andar cansino durante el año, que lo llevó a levantar inclusive la sesión de la última semana de cada mes. Pero la repentina producción de los diputados terminó por abarrotarlo de temas en las últimas semanas. Los senadores tienen en sus manos el tratamiento de dos proyectos impulsados por Cristina Fernández de Kirchner: la reducción a cinco del número de ministros de la Corte Suprema y la creación del sistema de juicio por jurados; también se prevé la aprobación de la Ley Nacional de Educación, que ingresó ayer en la Cámara alta y que entre otras cosas establece la escolaridad obligatoria hasta cumplir con el secundario. Otro tema que los legisladores planean convertir en ley es el Presupuesto.

Precisamente, el debate sobre el Presupuesto –en agenda para el próximo miércoles– será uno de los temas más arduos que pasarán por el recinto de Diputados y promete consumirse la mayor parte de la sesión, lo que llevará a postergar otros asuntos. Lavagnistas, macristas, radicales y los neuquinos de Jorge Sobisch ya establecieron un frente común para “desechar totalmente” los cálculos económicos del Gobierno. Un punto en el que coincidirán, por fuera del bloque de centroderecha, las bancadas del ARI, del socialismo y otros partidos menores.

Después heredarán las urgencias del Ejecutivo, que ahora tienen en sus manos los senadores. Entre ellas la prórroga de la Emergencia Económica, Social, Sanitaria y Ocupacional, vigente desde la época duhaldista y que es la llave de la negociación directa del Gobierno con las privatizadas en materia de tarifas y concesiones.