“El tema se mencionó, se analizó, pero no se puso a consideración. Por eso, pasamos a cuarto intermedio hasta el martes que viene”, afirmó el asambleísta Gustavo Rivollier, al ser consultado sobre la propuesta de las asambleas barriales porteñas de hacer cortes-sorpresa en la Terminal de Buquebús e impedir la salida de los barcos rumbo al Uruguay. “Es una posibilidad abierta y tenemos ofertas concretas”, confirmó ayer por la tarde el ambientalista Oscar Vargas. Mientras en Colón siguen con su cronograma de cortes, los 500 asambleístas que sesionaron anoche en Gualeguaychú realizaron la habitual rotación de autoridades de la asamblea, donde debatieron “temas internos”.

Entre las hipótesis de bloqueos fluviales, también circulan versiones sobre una interrupción al tráfico marítimo sobre el río Uruguay, donde circulan los buques que transportan personas y cargas desde los puertos de Buenos Aires hasta los de Uruguay. Para algunos vecinos la alternativa de realizar un “escrache” a la empresa Buquebús en Buenos Aires e impedir la salida de los ferries rumbo a Colonia y Montevideo era una postura “minoritaria” que no tenía gran consenso.

“Vamos a reacomodar los tantos”, dijo un enigmático José Pouler a Página/12, horas antes de la asamblea que se realizó ayer. La idea de hacerle un corte a Buquebús, aclaró este coordinador, “es un ofrecimiento de Buenos Aires, de gente que se solidariza con la causa”. De hecho, en junio pasado, miembros de asambleas barriales y de organizaciones sociales de la Capital Federal habían manifestado frente a la terminal de Buquebús de Puerto Madero. En aquella ocasión, además de volantes informativos, se repartieron naranjas. “Pruébelas ahora, antes de que las contaminen” era la consigna. En ningún momento se bloqueó el tránsito. “Acá era algo que se sugería, pero no había ninguna propuesta”, agregó Pouler, y adelantó que no estaba de acuerdo con ir hasta Buenos Aires pero apoya la actividad. “Para parar los camiones, la fuerza era nuestro cuerpo. Sabemos que nadie nos va a pasar por arriba. Trasladarse allá es algo que sería difícil mantener. Si ellos quieren, obviamente, pueden hacerlo.”

El contacto entre los asambleístas de Entre Ríos y de Buenos Aires se profundizó el 12 de diciembre pasado, cuando los vecinos de Gualeguaychú intentaron nacionalizar la causa marchando hasta la Capital Federal. “El apoyo quedó plasmado en la convocatoria que tuvo la marcha a Plaza de Mayo, de la que participaron mil entrerrianos y 9000 porteños y bonaerenses, de más de 90 asambleas”, comentó el asambleísta Martín Alazard. “La propuesta salió de acá”, afirmó enorgullecido Rubén Saboulard, desde el local de la Asamblea de San Telmo, en Chacabuco esquina México. “Van a ser cortes sorpresivos, porque no tenemos estructura para quedarnos ahí. Nosotros somos los que más gente movemos junto con los vecinos de González Catán que luchan contra el Ceamse, que les contaminó las napas.”

Según este asambleísta de larga data, de realizarse, los cortes serían en la segunda semana de enero. Probablemente, se vayan sumando vecinos autoconvocados de Barracas, La Boca, Constitución y Balvanera, así como otras ONG y ambientalistas. “No queremos hacer un piquete porque eso perjudicaría a la gente de Gualeguaychú. De todas formas, vamos a cortar con o sin ellos. La idea es no usar banderas partidarias como en la marcha del 12 (de diciembre).” Antes de despedirse, Saboulard advirtió: “Ya me llamaron de Gendarmería, ¡qué revuelo se armó!”.

Informe: Emilio Ruchansky