No está cerca de ser la Toma de la Bastilla, pero el posible bloqueo de Buquebús concentró toda la atención en el conflicto de las papeleras. Por un lado, un fiscal porteño advirtió que serán detenidos quienes intenten sitiar la terminal de la empresa de ferries. El Gobierno parece decidido a trazar una línea en la arena ante esta medida de protesta. Por otro, el líder de la Corriente Clasista y Combativa (CCC), Juan Carlos Alderete, aseguró que eso “no le asusta” y anunció que participará junto con las asambleas barriales y los partidos de izquierda. Esto podría implicar un salto en la masividad y conflictividad de la protesta. En Gualeguaychú, los ambientalistas harán hoy otra asamblea para analizar si se lanzarán a cortar la terminal o se contentarán con volanteadas a los turistas.

Con la clara intención de disuadir cualquier atisbo de corte, el número de uniformados de Prefectura siguió creciendo ayer frente al amarradero de Buquebús, donde está apostado el grupo Albatros –pertrechados con chalecos antibalas y boinas verdes– y la Policía Federal. Se instalaron varios controles que los pasajeros debían ir sorteando antes de poder entrar a la terminal. Una lancha guardacostas surcaba la ribera a la caza de cualquier embarcación que pueda obstaculizar la salida de los buques que salen hacia Colonia y Montevideo.

Al despliegue, el fiscal Martín Lapadú agregó de oficio una serie de “directivas expresas” al jefe de Prefectura para impedir un bloqueo de la terminal. “Si hay manifestaciones en las puertas de Buquebús que obstaculicen el ingreso o salida de las personas, o afecten el servicio público de pasajeros, la Prefectura debe intimar al cese de la contravención, labrar actuaciones, y si no obedecen, debe procederse a la detención”, advirtió el fiscal, que argumentó que “es mucho más simple, económico y eficaz tratar de disuadir a los manifestantes para que no realicen este tipo de manifestaciones”.

Tomar el buque

“Este fiscal contravencional tiene un montón de temas de qué ocuparse, incluso de medio ambiente, y está desesperado porque vamos a manifestar en Buquebús. Es nuestro derecho constitucional”, se enojó Oscar Bargas, uno de los integrantes de la asamblea de Gualeguaychú. “Yo he visto en la televisión gente recontracajetilla en la cola de Buquebús hablando bien de los ambientalistas. Eso te da fuerzas”, comentó a este diario. “Nosotros estamos evaluando de qué manera se va a llevar a cabo la acción, porque hemos visto que nos están esperando”, afirmó Bargas sobre el numeroso operativo de seguridad.

Los vecinos continúan analizando en secreto la posibilidad de lanzar el bloqueo a los ferries. Hoy habrá una nueva asamblea en la que se debatirá el tema. “No vamos a anunciarlo abiertamente en la asamblea, porque tenemos varios periodistas uruguayos que nos observan”, indicó Bargas. El equipo jurídico de la asamblea estaba analizando las declaraciones del fiscal, mientras una comisión trabajaba en contacto con las organizaciones en Buenos Aires, con la reserva de una película de espías. “Es que un funcionario le pegó una apretada a uno de los asambleístas. Estamos tratando de preservar a los compañeros”, señalaron en Gualeguaychú, donde existen dudas sobre la factibilidad de la medida.

“El Gobierno está enloquecido por que no vayamos: no nos van a dejar llegar ni a la General Paz”, era uno de los comentarios que se escuchaba en Gualeguaychú, donde el clima era de extrema prudencia ante la posibilidad de avalar un bloqueo de la terminal hipercustodiada. “No vamos a ir allá a que nos garroteen. A lo sumo tendríamos que hacer una panfleteada. Nuestra onda es pacífica”, argumentaba uno de los vecinos.

Apoyo piquetero

“Nuestra organización –y yo personalmente, que he sido detenido por la dictadura– siempre ha corrido ese riesgo: ser procesados, quedar presos. Eso no me asusta. Lo que me preocupa es que pudiera haber represión”, señaló Alderete a Página/12. “No somos convidados, somos afectados directos. Está en juego la salud de mi familia también”, sostuvo el dirigente piquetero, quien afirmó que participará del posible piquete como “integrante” de las Asamblea Ambiental de Gualeguaychú.

Alderete aseguró que la CCC forma parte –aunque no como organización– de la Asamblea Ambiental de Gualeguaychú. “Nosotros somos parte de la asamblea. Por supuesto que allí acordamos no identificarnos sino ser parte como el resto de los asambleístas. Vamos a acompañar cualquier decisión. No vamos a hacer nada por fuera de lo que decida la asamblea”, explicó el líder de la CCC. Desde Gualeguaychú, confirmaron que existe “buena onda” con el dirigente piquetero, que ayudó a coordinar la marcha de las organizaciones ambientalistas a Plaza de Mayo.

La irrupción del grupo, que ya hizo dos acampes en Plaza de Mayo en los últimos meses, podría implicar una escalada en la conflictividad de la protesta. “Los dirigentes de la asamblea, que son nuevos, tienen que tener en cuenta que pueden ser detenidos y procesados”, indicó Alderete, quien no descartó ninguna posibilidad. “Estamos dispuestos a correr los riesgos que estamos corriendo, porque somos afectados directos de la contaminación”, advirtió en referencia a la cuenca del Riachuelo, en la que vive su familia. El dirigente también propuso convocar a comisiones ambientalistas de otras partes del país.

A la medida también se sumarán asambleas –la de San Telmo es una de las impulsoras de la iniciativa– además de diversos partidos de izquierda, como el MST. La dirigente de ese partido, Vilma Ripoll, aclaró que “como en anteriores oportunidades” acompañará las protestas en Buenos Aires. En cambio, el líder del Polo Obrero (PO), Néstor Pitrola, advirtió que no participará del bloqueo, en caso de que ocurra. Sostuvo que, si bien apoya “integralmente” el reclamo contra las papeleras, los vecinos carecen de un “plan mayoritario en común”.