Hasta hace unos meses, los hombres y mujeres que querían ingresar a las Fuerzas Armadas no podían tener hijos. En agosto, y a partir de denuncias por discriminación, la ministra de Defensa, Nilda Garré, dispuso que se admitieran mujeres embarazadas y con hijos en las instituciones educativas militares. Pero el beneficio no había llegado todavía a los hombres. Ayer la ministra instruyó a los jefes de las Fuerzas Armadas para que dejen sin efecto el requisito que impedía la paternidad.

Los jefes del Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea deberán revisar en un plazo de 30 días “los reglamentos o criterios de ingreso” en cada fuerza “a fin de eliminar los requisitos de ingreso o permanencia que ponían como restricción tener hijos”, instruyó Garré mediante la resolución 1435.

La reglamentación objetada exige como condición para el ingreso a escuelas militares ser “soltero, sin hijos y sin familiares a cargo, debiendo permanecer en esa situación mientras sea alumno y hasta el egreso del instituto”. También contempla que “no dará ocasión a que se atribuya la paternidad o el reconocimiento espontáneo del propio aspirante a lo mencionado”. Es decir, que si la novia o esposa de un aspirante de las Fuerzas Armadas quedaba embarazada y él quería seguir perteneciendo a dicha institución, se veía obligado a no reconocer a su hijo.

La resolución que la ministra firmó ayer menciona en sus considerandos la Declaración Universal de Derechos Humanos, que dispone que “toda persona tiene derecho a la educación, el acceso a los estudios superiores será igual para todos, en función de los méritos respectivos”. Subraya además que la Argentina se comprometió a garantizar los derechos reconocidos en diversas convenciones, entre ellas las que protegen la infancia y cita a la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Este organismo había señalado que “la verdadera y plena protección de los niños significa que éstos puedan disfrutar ampliamente de todos sus derechos, entre ellos los económicos, sociales y culturales que les asignan diversos instrumentos internacionales. Los Estados parte en los tratados internacionales de derechos humanos tienen la obligación de adoptar medidas positivas para asegurar la protección de todos los derechos del niño”.

Esta decisión de la ministra referida a los hombres se suma a una similar del 22 de agosto, en la que se había ordenado a los jefes de las Fuerzas Armadas que admitieran mujeres embarazadas o con hijos en las instituciones educativas militares.

La creciente presencia de mujeres en el ámbito militar motivó que Garré, a pocos días de asumir, estableciera un observatorio de género donde se reciben denuncias sobre discriminación. El caso de Paula González había sido uno de los detonantes de estos cambios. La joven de 19 años fue rechazada cinco veces en su intento de ingresar al Ejército: le dijeron que en esa institución no tomaban mujeres con hijos.