EL PAíS › EL PJ Y LA UCR DESBARATAN LA REFORMA POLITICA INTENTADA POR SOLA

Todos unidos para que nada cambie

La coalición bipartidista abortó un proyecto que permitía sumar independientes a las listas y exigía declaraciones juradas a los candidatos.

Algunos lo interpretaron como un mensaje de Eduardo Duhalde a Felipe Solá. Otros, como una demostración de fuerza de Osvaldo Mércuri, el jefe de los diputados peronistas bonaerenses. En cualquier caso, es innegable que el episodio revela, una vez más, la connivencia del PJ y el radicalismo de la provincia de Buenos Aires. En la madrugada de ayer, las dos fuerzas mayoritarias se las arreglaron para eliminar de la ley electoral girada por el gobernador dos capítulos clave: el que habilitaba a incorporar independientes en las listas y el que obligaba a los candidatos a presentar su declaración jurada de bienes. Aunque quedó en pie la convocatoria a internas abiertas, la reforma política nace renga, y demuestra que los reflejos de los aparatos bonaerenses están más vivos que nunca.
Solá decidió desdoblar las elecciones en la provincia de las nacionales para no atar el resultado a los vaivenes de la interna del peronismo. Además, en sintonía con el nuevo régimen electoral nacional, el gobernador giró al Congreso provincial un proyecto de reforma política que incluía tres puntos básicos.
El primero, la obligación de todos los partidos políticos de convocar a internas abiertas y simultáneas. La norma incluye no sólo a partidos sino también a agrupaciones municipales, federaciones y alianzas electorales. Además, prohíbe, a quienes participen en esos comicios pero no obtengan la candidatura, presentarse en la elección general, de manera de evitar que los perdedores de la interna vayan luego por fuera del partido.
El segundo artículo importante establecía que, una vez concretada la elección primaria y definidos los candidatos, los partidos políticos pueden incluir hasta un 20 por ciento de extrapartidarios en sus listas. El objetivo era incorporar a independientes y fomentar la participación.
El tercer capítulo obligaba a los candidatos a presentar su declaración jurada de bienes antes de la elección.
El proyecto fue girado al Senado, donde la mayoría peronista lo aprobó sin modificaciones. Los problemas aparecieron en Diputados. El jefe de la Cámara, hombre fuerte del aparato duhaldista y precandidato a gobernador, Osvaldo Mércuri, llegó a un acuerdo con la bancada radical presidida por Marcelo Elías, un joven de Bragado que responde al titular de la UCR bonaerense, Federico Storani.
Entre los dos consensuaron una modificación a la iniciativa original y eliminaron los artículos sobre la incorporación de independientes y la obligación de presentar las declaraciones juradas. El proyecto volvió al Senado, donde el bloque del PJ tenía previsto insistir con el texto original. Sin embargo, en un giro sorprendente, el radicalismo levantó a sus legisladores de sus bancas: con el argumento de que querían respetar el acuerdo con el PJ, finalmente consolidando las modificaciones.
Una alta fuente del peronismo explicaba ayer la movida en términos de la interna del PJ de la provincia de Buenos Aires: Solá insiste con su decisión de pelear la reelección y Duhalde aún no decidió apoyarlo. En este contexto, el episodio podría leerse como una señal del Presidente al gobernador, emitida a través de Mércuri, que aspira a ocupar el cargo de Solá. Esto explicaría por qué los senadores cercanos al gobernador votaron una cosa, y los diputados capitaneados por Mércuri votaron otra.
Igual, la historia no quedaría así. Ayer, un senador cercano a Solá aseguraba que el Ejecutivo volverá a intentar sancionar el texto original a través de un proyecto correctivo que será girado en los próximos días e incluirá los puntos eliminados por los diputados.
Pero, más allá de la interna del PJ, el trámite es una demostración de la inquebrantable sociedad política que conforman el PJ y la UCR bonaerenses. Aunque suelen cruzar declaraciones, a la hora de negociar cuestiones concretas las dos fuerzas tradicionales actúan de la misma manera. Y no es la primera vez: las bancadas mayoritarias se han negado sistemáticamente, a pesar de las denuncias periodísticas, a anular del toda la larga serie de prebendas políticas que comparten alegremente, comosubsidios, gastos de representación y becas que distribuyen en forma discrecional.
Se trata de un acuerdo corporativo, que incluye al PJ liderado por Duhalde y a la UCR que controlan Leopoldo Moreau y Storani. Ayer, el viejo pacto quedó más claro que nunca y tuvo un nuevo capítulo, con las modificaciones introducidas por los diputados a la reforma política. “Nosotros nos oponemos a este pacto entre los grandes partidos, y también a esta estrategia del gobernador Solá de interrumpir permanentemente la actividad institucional en la provincia, que es espasmódica y está atada permanentemente a la interna del peronismo”, aseguró la diputada del ARI Hebe Flebe. Junto al Polo Social, el Frepaso y la Izquierda Unida, los legisladores del ARI rechazaron el pacto PJ-UCR y reclamaron una reforma política “en serio”. Todo indica que no habrán de tener mucha suerte con su pedido.

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La desconfianza de los ciudadanos y el fenómeno del voto bronca empujan a la reforma política.
 
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