La jueza federal Cristina Garzón de Lascano ordenó ayer la detención de diez policías que actuaron en la temible D2 y que integraban el Comando Libertadores de América, una organización paramilitar/policial que funcionó en Córdoba durante todo el ’75 hasta el golpe de Estado. Aunque desde el juzgado se negaron a dar información, los agentes estarían acusados de privación ilegítima de la libertad, tormentos agravados y homicidios agravados por el secuestro, tortura y muerte de al menos veinte militantes montoneros en enero de 1976, conocido en la jerga militar como el “Operativo Moncholos”. Entre los detenidos más “famosos” están el jefe de aquella banda, el ex capitán del Ejército Héctor Pedro Vergez, y los policías Carlos Alfredo Yanichelli y Jamil Jabour.

“La información de D’Arienzo, depurada e integrada en un cuadro de situación, me posibilitó planear una importante operación entre octubre de 1975 y enero de 1976. Apenas celebrados los festejos de Reyes, el 7 y el 8 de enero ejecutamos la fulmínea operación. Mediante allanamientos cronométricamente calculados, en cuarenta y ocho horas detuvimos a cuarenta y ocho delincuentes terroristas, prácticamente, como promedio, un subversivo montonero por hora.” Ese es el relato que el ex capitán del Ejército y jefe del Comando Libertadores de América, Héctor Pedro Vergez, detalló en su libro Yo fui Vargas, el antiterrorismo por dentro, de lo que en la jerga militar se conoció como el “Operativo Moncholos”, una feroz ola de secuestros que sacudió a la opinión pública cordobesa en los primeros días del ’76. Esos hechos, bautizados así porque era el mote que la policía cordobesa utilizaba para identificar a los militantes montoneros, son la razón por la cual ayer la jueza federal Cristina Garzón de Lascano ordenó la detención de una decena de policías cordobeses para tomarles indagatoria, de los cuales la Policía Federal encontró ocho, no encontrándose en su domicilio los dos restantes. Debido al hermetismo que envolvió el procedimiento (recién hoy se darían detalles del mismo), este diario averiguó off the record que el paso siguiente a las declaraciones de los agentes –la mayoría imputados en otras causas por este mismo juzgado– será recolectar pruebas para ver si se los procesa o se dicta la falta de mérito, cosa muy difícil, ya que todos están imputados en otros hechos, acusados por delitos de lesa humanidad. Entre los más conocidos se encuentran los ex comisarios mayores Carlos Alfredo Yanichelli, alias “Tucán”, y Jamil Jabour, alias “Turco”. Aunque tampoco se pudo confirmar el dato, es altamente probable que el propio Vergez, detenido hoy en la cárcel de Marcos Paz, sea citado a declarar en esta causa, lo mismo que el ex comandante del Tercer Cuerpo de Ejército, Luciano Benjamín Menéndez, detenido con prisión domiciliaria. Esto último porque desde octubre del ’75 las fuerzas de seguridad operaban bajo el mando del Ejército.

Si bien los ocho policías detenidos por Garzón de Lascano quedaron alojados ayer en la alcaidía de Tribunales Federales, Página/12 pudo saber que luego de las indagatorias, que serán esta semana, todos serán trasladados a las dependencias de la Guardia de Infantería de la Policía de Córdoba, como ya sucedió en otras causas que tienen a policías implicados.

Por otra parte, hoy, a las 11, el juzgado de Garzón de Lascano entregará a los familiares los restos de Eduardo Juan Jensen, el último de los trece cuerpos identificados por los antropólogos en el cementerio San Vicente de esta capital. José Ezequiel, su hermano, llegará a Córdoba para luego trasladarlos a Formosa, donde ex militantes organizarán un homenaje en memoria de este militante montonero asesinado en noviembre del ‘75.