El ex piloto y actual director de cine Enrique Piñeyro denunció ante la Justicia federal al titular de la Fuerza Aérea, brigadier Normando Constantino, y a otros diez jefes de la aviación militar, a quienes acusa por permitir el funcionamiento del radar de Ezeiza “sin que haya sido concretada su reparación”, lo que a su criterio “ha puesto en grave peligro de colisión a un alto número de aviones y a miles de pasajeros desprevenidos”. La denuncia por supuesto “atentado contra la seguridad de las aeronaves” fue presentada ante el juez federal Norberto Oyarbide. El control del tráfico aéreo está en manos de la Fuerza Aérea, que viene siendo cuestionada por las falencias registradas en materia de seguridad.

Según explicó Piñeyro a Página/12, el radar que funciona en Ezeiza –encargado de controlar el tráfico aéreo en el Aeropuerto Internacional y en el Aeroparque Jorge Newbery, las dos principales estaciones del país– emite dos señales, una primaria y una secundaria. “La primaria permite ver en la pantalla del controlador un punto, el eco del avión, y la secundaria muestra una etiqueta con información sobre el número de vuelo y la altitud del avión.” Según Piñeyro, el radar de Ezeiza está funcionando sólo con la señal secundaria, por lo que “si falla, el controlador se encontrará con que en un instante desaparecen todos los aviones de la pantalla”.

Ante esa situación, los operadores deben comenzar con el control “manual” de los vuelos, es decir, mediante comunicaciones radiales con el comandante de cada nave. “Ocurre que en el momento de la falla, habrá aviones en la misma altitud, cosa que no debe ocurrir cuando se trabaja en forma manual, ya que es necesario separar las naves en distinta altitud”, precisó Piñeyro. La operación manual requiere más espacio entre cada aterrizaje y entre cada partida, con las consiguientes demoras en los vuelos.

El radar de Ezeiza dejó de funcionar tras la caída de un rayo, el jueves 1º de marzo. El equipo fue parcialmente reparado y entró en servicio el miércoles 7, pero al día siguiente volvió a fallar y recién pudo volver a funcionar el domingo último, según informó la Fuerza Aérea. Según la denuncia de Piñeyro, ese anuncio oculta que el radar funcionaría con las limitaciones señaladas.

La semana pasada, los gremios que nuclean a los pilotos, los técnicos aeronáuticos y los controladores denunciaron la falta de seguridad con que se operaba en Ezeiza y Aeroparque, ante la precariedad del radar. Ayer, la ministra de Defensa, Nilda Garré, respondió a esas acusaciones calificándolas de “destempladas” e “inexplicables”. Garré ratificó que está “garantizada” la seguridad en el espacio aéreo nacional y anunció para los “próximos meses” la adquisición de 15 radares.

“Se reparó el radar sin pensar que podía estar afectado también el cable coaxil y cuando empezaron las primeras operaciones se vio ese problema. Ello obligó a una nueva reparación, se cambiaron unos 600 metros de cable y el radar está funcionando de forma absolutamente segura”, aseguró la ministra.

Piñeyro le pidió al juez que secuestre documentación probatoria de sus afirmaciones y cite a declarar como testigos a seis controladores de tráfico aéreo. También pidió la declaración indagatoria del jefe de la Fuerza Aérea y de otros diez oficiales, responsables del control de vuelos en la denominada terminal Baires.