La combinación de su cargo de subsecretario de Integración Regional de Cancillería con la presidencia del Frente Grande mantiene a Eduardo Sigal en permanente movimiento. Así como un día debe acompañar al canciller Jorge Taiana a una visita a Paraguay, al otro viajó a Entre Ríos a apoyar a un candidato para las elecciones provinciales. Con todo, en medio del ajetreo, el interés de Sigal está en la provincia de Buenos Aires, donde milita políticamente y trabaja en la construcción de un único espacio de centroizquierda que se encolumne detrás de la candidatura de Daniel Scioli. “Algo como lo que alguna vez fue el Frepaso”, explica. Sigal espera que ese sector tenga protagonismo en el armado del oficialismo y hasta que se vea representado en la fórmula, algo a lo que aspiran también otros sectores.

–¿Cómo cayó en el Frente Grande la candidatura a gobernador de Scioli?

–Partimos de la base de que Scioli fue el compañero de fórmula de Néstor Kirchner, que es el vicepresidente, que ha acompañado el proyecto de transformación en la Argentina y nuestro interés es que se despliegue plenamente en la provincia de Buenos Aires. Por eso estamos acompañando su candidatura a gobernador y tenemos la expectativa de que los sectores de centroizquierda de la provincia junto al peronismo que acompaña a Scioli tengamos un rol protagónico, en la campaña y en la futura gestión.

–¿No cayó mal que Scioli se estuviera preparando para ser candidato en la Capital y luego se lo transplantara a la provincia?

–Lo principal es qué es lo que es funcional para que esta nueva realidad que se está construyendo en la Argentina se exprese también en la provincia. Scioli, en ese sentido, ayuda a esa profundización. Ante la falta de una dirigencia capaz de aglutinar al conjunto de los sectores de este heterogéneo espacio que acompaña la propuesta de Kirchner, Scioli apareció como una síntesis muy importante.

–A propósito del heterogéneo espacio al que hace mención, ¿cómo se puede organizar detrás de la candidatura de Scioli?

–Nosotros formamos parte del Frente para la Victoria, que tiene sustento en distintos partidos en la provincia. Están el Frente Grande, el Partido para la Victoria, se ha incorporado el Partido Intransigente, los socialistas están en un debate, pero una parte importante está acompañando. Espero que todo esto tenga una forma de plasmarse con el justicialismo en un frente de existencia real.

–¿Imaginan una o más listas de candidatos detrás de Scioli?

–Por ahora estamos trabajando con la hipótesis de una lista. Pero estamos muy lejos del momento de la definición. Habrá que ver más cerca de julio o agosto si logramos sintetizar esto. Probablemente a nivel de los municipios sea más complicado.

–Hubo críticas de sectores progresistas a Scioli. El intendente de Morón, Martín Sabbatella, en un reportaje en Página/12, dijo que los proyectos de Macri y de Scioli no tenían diferencias sustanciales.

–Es como decir que no visualiza diferencias entre Kirchner y Macri. Es una sobreactuación. Tengo un gran respeto y cariño por Martín Sabbatella, hemos militado juntos, pero a veces en función de ser claro en sus posiciones simplifica situaciones que son mucho más complejas.

–¿A quién imagina como el rival a vencer en la provincia?

–Tanto por derecha como por izquierda hay una gran atomización. Hay candidatos que lamentablemente son un tanto marginales para la sociedad bonaerense. A mí me gustaría que hubiera un reagrupamiento de derecha más nítido que junto a un reagrupamiento nacional y popular de centroizquierda ordenen un poco el escenario.

–¿Qué perfil debería tener el vice de Scioli?

–Debería expresar este amplio espectro de quienes convergemos en respaldo a su candidatura. Desde ya, yo voy a trabajar por la articulación del centroizquierda dentro del proyecto kirchnerista en la provincia de Buenos Aires y me gustaría que el vicegobernador expresara este espacio.