A la hora de los anuncios, Jorge Telerman no anduvo con chiquitas. Dominado por el clima electoral, anunció ayer el traslado a Pompeya de la sede del Gobierno de la Ciudad que hoy funciona a 100 pasos de la Casa Rosada, como le gustaba decir a Fernando de la Rúa. “No sólo debemos hablar del sur, tenemos que trabajar aquí y buscar que vengan nuevas inversiones”, afirmó.

Además del traslado del edificio, señaló que construirá un centro cívico “a la manera de las grandes ciudades europeas”. Por primera vez en un acto oficial, apareció acompañado por su esposa, Eva Picolo. También lo escoltó su compañero de fórmula, Enrique Olivera. El palco se completó con el ministro de Producción y presidente de la Corporación del Sur, encargada del proyecto, Enrique Rodríguez; el ministro de Salud, Alberto de Michelis; el de Obras Públicas, Juan Pablo Schiavi; la de Derechos Humanos y Sociales, Gabriela Cerruti; el de Descentralización, Roy Cortina, y la titular del Programa del Bicentenario, Silvana Giudice.

Emocionado por el corte de cintas, Telerman señaló que las obras inauguradas por su gestión “son amores”. Destacó “la alegría y el compromiso del gobierno con el nuevo hospital de Villa Lugano”. Un centro del que dijo que “en seis meses tendrá las primeras instalaciones funcionando”.

Entusiasmado con el proyecto del nuevo hospital, les pidió a los vecinos presentes en la movida que lo voten el 3 de junio próximo para “inaugurar juntos el nuevo hospital”. El clima del acto justificaba una cuota de histrionismo, del que Telerman hace gala. “Enrique, cada vez que venimos al sur tenemos un día de sol, un día peronista”, dijo buscando con sus ojos al ministro de Producción, el peronista Enrique Rodríguez.

Después de ese guiño, compensó con un reconocimiento a Olivera. Momentos antes, el ministro de Salud destacó que la propuesta tenía “también el impulso de Olivera”, ya que éste la había alentado cuando sucedió a Fernando de la Rúa como jefe de Gobierno porteño.