El gobernador Felipe Solá anunció que vetará el proyecto destinado a que los intendentes bonaerenses accedan a una jubilación de privilegio. La iniciativa, que ya recibió la media sanción de la Cámara de Diputados, esperaba la próxima aprobación del Senado para convertirse en ley. Pero el escándalo desatado por su difusión indica que la propuesta quedará congelada. Del gobierno nacional a la oposición, pasando por los propios intendentes de la Federación Argentina de Municipios, ayer todo el espectro político sostuvo que rechaza la medida.

El proyecto permitiría a los intendentes jubilarse con el equivalente al 50 por ciento del sueldo de un jefe comunal en actividad. Fue votado el miércoles, a propuesta del duhaldista Carlos Caterbetti, por los bloques del Frente para la Victoria y del Partido Justicialista, aprovechando la ausencia en el recinto de los legisladores del ARI y la UCR.

La norma propone hacer extensivo a los intendentes el régimen jubilatorio extraordinario que ya gozan los gobernadores, vicegobernadores y legisladores de la provincia.

“Es una burla a la gente”, sostuvo Solá en declaraciones radiales desde Washington. El gobernador aseguró que “no tenía idea” de ese proyecto y confió en que la Cámara alta lo rechace, aunque advirtió que en caso de que avance la propuesta “irá al veto”.

También el presidente Néstor Kirchner hizo conocer su “indignación” en conversaciones con el titular de la Anses, Sergio Massa, y del ministro de Gobierno bonaerense, Florencio Randazzo, quien calificó la idea como “un verdadero disparate”.

La noticia tuvo tal repercusión en los programas radiales y televisivos de la mañana que obligó a pronunciamientos públicos. Desde el Senado, el jefe del bloque del Frente para la Victoria, Osvaldo Goicoechea, aseguró que no aprobarán la iniciativa. “Ni siquiera la consideraremos”, definió. La expresión de rechazo más insólita fue la de una diputada que, tras haber votado el proyecto, dijo que se sentía arrepentida. Se trata de la legisladora provincial del Frente para la Victoria Laura Berardo, quien admitió que el tema “fue tratado sobre tablas con una premura innecesaria”. Al hacer su autocrítica, Berardo consideró que “lo más saludable sería que en la Cámara de Diputados volvamos a tratar la cuestión para construir una ley que sea acorde y equilibrada con el esfuerzo para jubilarse que realiza el conjunto de la sociedad”.

Las declaraciones de repudio incluyeron a las principales figuras de la Federación Argentina de Municipios (FAM), quienes ayer estuvieron en la ciudad de Bahía Blanca para una jornada junto al vicepresidente Daniel Scioli. “Es un proyecto ridículo”, sostuvo Scioli. Julio Pereyra, jefe comunal de Florencio Varela y titular de la FAM, sostuvo que “los intendentes no fuimos consultados acerca del proyecto. Entendemos además que hay temas prioritarios que no son otro que dar soluciones a los problemas de la gente y no de los dirigentes”. Sus pares de Ituzaingó, Alberto Descalzo, y del Municipio de la Costa, Juan de Jesús, también rechazaron la iniciativa.

Desde fuera del peronismo también sumó su crítica Martín Sabba-tella, de Morón, quien calificó como “una vergüenza” la iniciativa. “La enorme mayoría de las personas deben acreditar 30 o 35 años de aportes para acceder a una jubilación y terminan cobrando haberes que no les alcanzan para vivir con dignidad la última etapa de sus vidas. En contraste, los promotores de este proyecto creen que bastan unos pocos años en un gobierno para que un intendente se jubile con un haber de no menos de 3 mil o 4 mil pesos. Eso es injusto, desigual y va a contramano de lo que la sociedad espera de sus representantes.”