Cuando los ojos de los medios estaban atentos a que ayer se cumplían 40 años de la muerte de Ernesto “Che” Guevara, el candidato de la Coalición UNA, Roberto Lavagna, optó por recordar el nacimiento de Juan Domingo Perón. Acompañado por conspicuos dirigentes del peronismo bonaerense como Eduardo Camaño o el candidato a gobernador de la provincia de Buenos Aires, Jorge Sarghini, el ex ministro fue hasta la quinta de San Vicente para dejar una ofrenda que tan sólo llevaba la inscripción: “Compañero Roberto Lavagna”.

“No nos avergüenza seguir teniendo como líder a Juan Domingo Perón. Se puede ser peronista compartiendo un proyecto con argentinos de otros signos políticos y de muchos ciudadanos independientes”, dijo Lavagna luego de recordar que el General había nacido hace 112 años.

Los candidatos a diputados nacionales Marina Cassese, Alejandro Rodríguez y el ex ministro de Economía bonaerense Gerardo Otero fueron parte de la comitiva. Los restos de Perón descansan en la quinta bonaerense desde el pasado 17 de octubre, día de la Lealtad. En esa fecha, los camioneros de Hugo Moyano, liderados por Madonna Quiroz y los hombres de Gerardo Martínez de la Uocra compitieron por mostrar su lealtad. Lejos de aquella pólvora, Lavagna afirmó ayer que “el peronismo debe volver a ser un signo de justicia social para los argentinos, sino será nada”. La frase vino a completar una cita de José de San Martín: “serás lo que debas ser y sino no serás nada”.

En su recorrida de campaña por los medios, el candidato criticó el desempeño económico del Gobierno señalando que “están haciendo una barrabasada, se está perdiendo una gran oportunidad. Se están haciendo tonterías, errores económicos fuertes, que se ven en el precio del tomate”.

Aunque no dio muchos indicios de su futuro gabinete, Lavagna tiene una sola certeza: Javier González Fraga sería ministro de Economía. Una mujer podría ser su jefa de Gabinete de ministros y probablemente Camaño ocuparía el Ministerio del Interior. Lavagna es partidario de darle a ese ministerio la jerarquía que tuvo en otras décadas y convertir la Jefatura de Gabinete en un cargo netamente ejecutivo.