Christian Federico von Wernich es “un torturador y un asesino”. Así lo entendió la Justicia argentina el 9 de octubre pasado. Ayer, un mes después de la condena a prisión perpetua por los delitos de lesa humanidad que cometió, la Iglesia Católica le inició al sacerdote el juicio para determinar la sanción correspondiente, según el Código de Derecho Canónico. El vocero del Episcopado, Jorge Oesterheld, confirmó a la prensa los avances en el proceso contra Von Wernich, aunque reconoció que éstos “son lentos y no tan rápidos como quisiéramos”. Este paso se dio tras el informe que presentó Martín de Elizalde, obispo de 9 de Julio –la diócesis a la que pertenece el cura–, al plenario que deliberó esta semana en la casa de ejercicios El Cenáculo-La Montonera, en Pilar. Sin embargo, la ley eclesiástica no impone plazos, por lo que el sacerdote continuará con sus potestades ministeriales hasta nuevo aviso.

“Oportunamente se habrá de resolver, conforme a las disposiciones del Derecho Canónico acerca de la situación de Christian von Wernich”, había expresado Elizalde en un comunicado, el día después de conocida la sentencia. Oesterheld explicó ayer que el obispo de 9 de Julio presentó a los demás obispos “un informe en el que se hablaba del comienzo de un juicio canónico para ver las sanciones que corresponden”. De ser sancionado, lo más grave sería excomulgarlo y lo menos grave que se le quite de por vida la facultad de dar misa y administrar los sacramentos. Las probabilidades de una u otra sanción las aclaró Oesterheld cuando fue consultado por la condición de sacerdote de Von Wernich: “No se puede perder, pero sí se pueden aplicar sanciones que impliquen una limitación en el ejercicio de su ministerio”.

El 1º de noviembre el Tribunal Oral Federal Nº 1 de La Plata difundió los fundamentos por los que el presbítero permanecerá de por vida privado de su libertad. El presidente de la Conferencia Episcopal, el cardenal Jorge Bergoglio, recibió entonces una copia del extenso escrito elaborado por los magistrados. Con el proceso canónico que se le inició, su superior jerárquico deberá “analizar hacia adentro de la Iglesia cuáles son las responsabilidades y las penalidades que le corresponden a partir de los hechos que todos conocemos”, anticipó el vocero. Aunque es improbable la expulsión de la institución, fuentes eclesiásticas precisaron que Elizalde prevé aplicarle “todo el peso del Código Derecho Canónico” a Von Wernich, dado que “no demostró arrepentimiento de sus actos”.

Elizalde había realizado un pedido de perdón “con arrepentimiento sincero” por el accionar del cura condenado y había lamentado que “haya habido en nuestra patria tanta división y tanto odio, que como Iglesia no supimos prevenir ni sanar”. La cúpula de la Iglesia, a su vez, había dado a conocer un comunicado en el que insistió en la “responsabilidad personal”, del cura, dejando de lado la responsabilidad institucional en lo sucedido durante la dictadura.

Las novedades sobre la situación de Von Wernich se dieron a conocer al finalizar la Asamblea Plenaria de Obispos, que contaba con la presencia del cardenal Tarcisio Bertone, número dos del Vaticano. Los cinco días de deliberaciones culminaron con un mensaje sobre la beatificación de Ceferino Namuncurá. que se realizará el domingo en Chimpay, Río Negro.

Von Wernich es culpable del asesinato y la privación ilegal de la libertad de siete personas, además de 34 secuestros y 31 casos de torturas. La Iglesia recién empezó a “analizar cuáles son las responsabilidades y las penalidades que le corresponden”. “Hay que respetar los tiempos como siempre en la Justicia”, sentenció el vocero de la Iglesia.