Hacía pocos meses que Graciela Acosta se había afiliado al Partido Comunista. Militaba en el Movimiento de Desocupados de Guereño, de Villa Gobernador Gálvez, tenía 35 años y en el barrio Fonavi donde vivía era conocida porque “siempre defendía a la gente”. El miércoles 19 de diciembre de 2001 a la tarde, pocas horas antes de la caída del gobierno de Fernando de la Rúa, se había acercado al supermercado La Gallega con un grupo que pedía comida justo cuando la policía empezó a reprimir. Una bala de plomo le perforó el pecho. Ayer la Justicia condenó a 11 años de prisión al suboficial de la policía provincial que le disparó.

Luis Armando Quiroz había sido absuelto en primera instancia, porque el juez Ernesto Genesio le concedió el beneficio de la duda. Pero el tribunal de alzada, integrado por los camaristas Rubén Juckic, Guillermo Fierro y Antonio Oscar Paolicelli, lo consideró responsable del asesinato de esta militante social, desocupada y madre de siete hijos. Acosta perdió la vida al recibir un disparo frente al supermercado La Gallega de Villa Gobernador Gálvez, al sur de Rosario.

Quiroz, que se desempeñaba en la comisaría 29, fue considerado por la Cámara Penal como el autor material del disparo, en tanto que dos de sus superiores, sospechados de ser los autores intelectuales del homicidio, obtuvieron la falta de mérito. Según el fallo del tribunal, al policía lo comprometieron dos pruebas. La primera, una pericia balística de Gendarmería Nacional que determinó que el proyectil que mató a Acosta partió de su pistola reglamentaria. Y la segunda, el testimonio de un periodista de radio que conversó con él en el momento en que disparaba a la multitud que se había agrupado frente al supermercado.

Acosta es una de las nueve víctimas santafesinas de la masacre que recorrió el país el 19 y 20 de diciembre de 2001, con un total de 37 muertos. Hace pocas semanas, el ex presidente De la Rúa fue procesado por el homicidio de cinco manifestantes en la represión desatada en el microcentro porteño.