“Recuerdo muy seguido la última vez que estuvimos juntas en una celebración. Salimos al balcón de mi casa, era la víspera de año nuevo. Se acercaba la hora y nos dimos un abrazo. Ella me apretó muy fuerte y puso su cara sobre mi cuello. Lloró. No dijo nada. Esa fue una de las muchas despedidas de mi hija.” Matilde Mellibovsky recordó así a su hija Graciela. El jueves, en el Colegio Nacional de Buenos Aires se presentó el libro Graciela está entre nosotros compilado por Jorge Gaggero y escrito por el colectivo Memoria de Todos en homenaje a Graciela Mellibovsky, una economista y militante del peronismo revolucionario desaparecida en septiembre de 1976. Las palabras de Matilde, por razones de salud, fueron leídas por su amiga y compañera de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora Enriqueta Maroni. Leonardo Mellibovsky, hermano de Graciela; Adriana Kowalewsky, su amiga y compañera en el Buenos Aires; Cristina Caiati, amiga de la familia, y Gaggero fueron los oradores. El presidente del CELS, Horacio Verbitsky, cerró el acto. Contó que había conocido a Graciela en la militancia y luego a sus padres en el CELS. Dijo que la generación a la que ambos pertenecían formó parte de un proyecto revolucionario que fue derrotado, pero no arrasado y que es muestra de aquello que actualmente no sólo se está juzgando a los militares por los crímenes del terrorismo de Estado sino que se renueva desde distintos sectores el compromiso con los valores de esa generación.