Las repercusiones por los cambios en las retenciones agropecuarias no se hicieron esperar. El vicepresidente de la Federación Agraria Argentina, Pablo Orsolini, consideró que la baja de las retenciones al trigo y al maíz de alrededor del uno por ciento anunciada por el Gobierno “es una risa”. “Si hubieran anunciado una reducción sustancial..., pero bajar el uno por ciento no lo veo como un incentivo”, señaló. A esto se agregan más conflictos en el campo: el Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Carne convocó para hoy un paro y una movilización al Mercado de Hacienda de Liniers.

Las entidades del campo calificaron como una “nueva agresión” la decisión gubernamental de disponer un alza en las retenciones de soja y girasol, y consideran que la medida es netamente “recaudatoria”. Así lo expresaron el titular de la Sociedad Rural Argentina, Luciano Miguens, y el vicepresidente de Confederaciones Rurales Argentina, Néstor Roulet. Miguens afirmó que el aumento “es una nueva agresión a un sector que está haciendo todo lo posible para crecer”. Y manifestó que desde el gobierno de Cristina Fernández “se tomaron nuevamente medidas sin pensar en el mediano y largo plazo”. El presidente de la Rural adelantó que esto llevará a que las entidades del campo “nos reunamos para expresar la falta de conformidad” con esa iniciativa. “Pensábamos que iba a primar la cordura y, en cambio, se dispusieron estas medidas cortoplacistas”, indicó. Miguens calculó que el aumento de entre 7 y 9 puntos en las retenciones para oleaginosas y de un punto para el trigo y el maíz hará que el Estado nacional se quede con otros 2000 millones de pesos.

Por otra parte, el Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Carne convocó para hoy a un paro y una movilización al Mercado de Liniers en protesta por el reciente acuerdo de precios firmado por el Gobierno con algunas de las entidades que nuclean a los frigoríficos. Al mismo tiempo, el gremio llamó a la población a no consumir carne y a los productores a no enviar animales para la faena.