La fórmula se repite. Como sucediera durante el anterior aumento de retenciones, el Gobierno puso en la cancha a varios jugadores de peso para hacer frente a las presiones y críticas del sector agropecuario. “Están usando métodos golpistas. Es una actitud mezquina y miserable de la aristocracia del campo”, arremetió el camionero Hugo Moyano. Antes y después de que las entidades del campo anunciaran la continuidad del paro, ministros, diputados y otras figuras cercanas al Gobierno criticaron duramente las medidas del agro. De todas formas, tras bambalinas, siguieron negociando.

Antes de conocerse la decisión de extender las protestas, el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, pidió “recuperar la cordura” a los sectores del campo. “Me parece desmedido todo lo que están haciendo, amén de una falta de rigor intelectual asombrosa”, sostuvo el ministro. No obstante, Fernández negó, antes del anuncio del campo, que una eventual prolongación del paro fuera a afectar el diálogo entre las partes y calificó de insólita la decisión. El ministro afirmó que el sector agropecuario no sólo experimenta una importante suba en los precios internacionales “que les permitió obtener inmensas ganancias”, sino que además “han multiplicado por cuatro el valor de sus tierras”.

Luego de que las entidades del campo decidieran extender hasta el miércoles el paro, fue Florencio Randazzo, el ministro del Interior, el encargado de redoblar el redoble. “Esta es una medida de fuerza injusta tomada por dirigentes ruralistas que sólo piensan en sus ganancias”, afirmó el ministro mediante un comunicado. Randazzo aumentó los datos que había difundido Fernández al afirmar que los campos habían quintuplicado sus valores.

Por su parte, el diputado oficialista Edgardo Depetri y el titular de la Federación de Tierra y Vivienda, Luis D’Elía, sostuvieron que “vuelve con mucha fuerza, la pelea pueblo versus antipueblo”. Además, argumentaron que el sector se benefició con la devaluación y ahora “se resisten a la presión fiscal que se ejerce sobre ellos, para tener una Argentina más equitativa, con más salud, educación y trabajo”.