Decenas de personas se congregaron ayer a primera hora de la tarde frente a la quinta presidencial de Olivos, donde realizaron un cacerolazo con banderas argentinas y pancartas con la leyenda “¡Fuerza, campo!”, en repudio al desalojo de los ruralistas de Gualeguaychú. En el interior de la residencia la presidenta Cristina Fernández de Kirchner mantuvo varias reuniones con miembros de su gabinete y del Frente para la Victoria. “La población está cansada de la falta de diálogo y de humildad, hay un exceso de soberbia” por parte de algunos funcionarios, declaró una mujer mientras golpeaba su olla con un cucharón. Con el correr de la tarde y a medida que militantes kirchneristas llegaban al lugar, los manifestantes se retiraron. El canal de cable Todo Noticias logró registrar al menos una trompada recibida por un cacerolero por parte de un joven que acababa de descender de un ómnibus. Cacerolazos y bocinazos similares al de Santa Fe y Callao se registraron en Belgrano, Palermo, Recoleta y en la esquina de las avenidas Rivadavia y La Plata, en Caballito.