Luego de iniciada la cuarta etapa del lockout agropecuario en 98 días, sumada la protesta de los transportistas, que ahora hicieron causa común con los ruralistas (ver página 7), la falta de alimentos –sin llegar a ser desabastecimiento– está comenzando a notarse en grandes supermercados y comercios de barrio, sobre todo en carnes, lácteos refrigerados y hortalizas. Si bien desde algunas asambleas de productores aseguraron que dejarían pasar a los camiones con comida y combustibles, los cortes de ruta funcionan bajo diferentes lógicas. En el interior del país, los faltantes son más pronunciados. Desde diferentes asociaciones de consumidores denunciaron aumentos de precios de la canasta básica que van de 1,5 a 3 por ciento.

“Día a día, la situación en los supermercados se va complicando, ya hay algunos faltantes en carnes, lácteos y hortalizas pesadas. Mientras que en el interior, muchas góndolas están vacías”, aseguró a PáginaI12 Juan Vasco, titular de la Asociación de Supermercados Unidos, entidad que nuclea a Coto, Wal Mart y Jumbo, entre otras. Desde el sector indicaron a este diario que muchos supermercados están exhibiendo menos productos de los que tienen para evitar el acopio de los consumidores. Esa sería la versión oficial. La otra es que muchos exhiben menos de lo que tienen a la espera de que los precios aumenten.

Consumidores Libres, asociación que conduce Héctor Polino, registró durante la primera quincena de junio un aumento en la canasta básica del 1,5 por ciento. Los alimentos que más subieron fueron la papa (9,3 por ciento), los huevos (8,7), los fideos (6,1 por ciento). Mientras que la consultora Equis, de Artemio López, registró un aumento del 3 por ciento.

“Hay faltantes en Capital Federal, Gran Buenos Aires, Rosario y otros sectores urbanos en un promedio que oscila entre un 30 y 40 por ciento”, aseveró Miguel Angel Calvete, representante de la Cámara de Autoservicios y Supermercados de Residentes Chinos. La semana pasada, Calvete exhortó públicamente a que la Justicia se involucre en el conflicto para despejar las rutas, casi en sintonía con la decisión que tomó el Ministerio de Justicia. Luego de un intento de desalojo (fallido) en Gualeguaychú, la Mesa de Enlace volvió al lockout, ahora con el apoyo de los transportistas.

Otro dato a tener en cuenta es que la llegada de mercadería a los comercios se está frenando también por la falta de combustible, otro elemento que se suma al lockout del campo. Entre los ruralistas y los transportistas, ya se perdieron millones de litros de leche, frutas, verduras, con un marcado descenso en la faena del 50 por ciento, según datos oficiales.