Miguel Angel Torres, el abogado de Musa Antonio Azar Cejas, “Musita”, estaba ayer eufórico, pero también crítico. “Estoy muy contento porque con mi cliente se hizo justicia, pero insisto en que durante ocho meses se ha visto cómo se ha manipulado esta causa, cómo se han torturado personas”, supuestamente durante la etapa de instrucción, tal como se denunció en forma reiterada durante la audiencia. “Todo ha sido un gran circo. Si hasta las pruebas periciales presentadas terminaron dándonos la razón a nosotros. Todo este circo ha caído y gracias a Dios, muchos de los acusados, que eran inocentes, han quedado en libertad.”

“La verdad es que siento una alegría que no la puedo explicar”, se sinceró Torres. El abogado estimó que nunca se va a saber “la verdad de lo ocurrido” en el doble crimen de La Dársena. Cuando se le preguntó acerca de cuál había sido la traba para desenredar el caso, respondió: “Esto se debió a una cuestión política. Esta fue una causa armada para involucrarlo a Antonio Azar Cejas. Hay abogados querellantes que a lo largo del proceso han reconocido que los peones de Arraga (la propiedad de la que es dueño Musa Azar) han sido torturados para que declaren. Estas son cuestiones muy groseras para haberlas dejado pasar de largo”. Cuando se le dijo si habían querido “salvar a alguien” que no fue procesado, contestó: “Esa es la gran pregunta que sigue sin respuesta”.