Miércoles, 25 de junio de 2008 | Hoy
EL PAíS › LA OPOSICIóN SE RESISTIó A ESCUCHAR AL “OTRO CAMPO”
El silencio reverencial con que los diputados de las comisiones de Agricultura y Presupuesto siguieron el lunes la exposición de las cuatro entidades y De Angeli, ayer se transformó en lo opuesto. La realidad de los desplazados por la soja.
Por Sebastián Premici
–¿Somos todos el pueblo o no somos todos el pueblo? –preguntó Claudia Herrera, integrante del Foro de Agricultura Familiar y representante de los pueblos originarios, a los legisladores presentes.
–Sí, digan un sí fuerte –se respondió Claudia, ante la tibieza de los diputados.
–Mis antepasados, a la hora de resolver un conflicto, hacían un círculo y mientras uno hablaba, el resto se quedaba callado. Nosotros existimos desde siempre, por eso queremos que la redistribución vaya para los pequeños productores. ¡No a la violencia, y sí al diálogo! –concluyó Claudia, cuando muchos de los diputados de la oposición ya querían dar por concluida la sesión en un clima poco propenso para el debate.
La segunda reunión del plenario de las comisiones de Agricultura y Presupuesto de la Cámara de Diputados realizada ayer tuvo un clima diferente al primer encuentro del lunes. Si en la primera sesión los legisladores escucharon con atención y en silencio las palabras de los representantes de la Mesa de Enlace, no ocurrió lo mismo ayer. Desde el inicio de la jornada, los diputados de la oposición (PRO, UCR, Coalición Cívica) de lo único que querían hablar era sobre la resolución 125 (las retenciones móviles). Pero los representantes del Frente Nacional Campesino, el Foro de Agricultura Familiar y los representantes de los pueblos originarios que viven de la agricultura tenían otras cosas para decir y denunciar, como la destrucción del medio ambiente a raíz de los monocultivos y el uso de fertilizantes y la expulsión de sus tierras por los pools de siembra. Los diputados opositores tampoco mostraron mucha tolerancia a la hora de escuchar a los representantes de las asociaciones de consumidores.
“Hemos sido negados desde hace mucho tiempo, detrás del espasmo triunfalista de la soja. Venimos acá a denunciar el grave deterioro de la soja transgénica y sus topadoras que destruyen bosques”, señaló Luis Horacio Santucho, del Frente Nacional Campesino. Ni bien dijo esto, se escuchó por lo bajo, en boca del diputado Eduardo Kenny (UCR): “Acá tendrían que venir las topadoras”. O el diputado tuvo un lapsus de sinceridad o simplemente estaba bromeando. Luego de que varios legisladores reaccionaran a tiempo pidiendo que no se caiga en un clima de violencia, Santucho pudo continuar. “Estamos de acuerdo con las retenciones, pero queremos que el Fondo de Redistribución Social sirva para mejorar también a nuestro sector. Pedimos por la redistribución de tierras para aquellos que sufrimos el despojo en la mal llamada Campaña del Desierto, en las diferentes Dictaduras Militares y ahora con la soja”.
La temperatura iba en aumento. Los legisladores de la oposición (PRO, UCR, Coalición Cívica) se estaban impacientando porque las reivindicaciones de los sectores invitados iban más allá de la famosa resolución 125. Cuando terminó su intervención Santucho, los diputados empezaron a pedir la palabra. Cantero, como presidente de la comisión, no quería darle el turno a la oposición. “Queremos la palabra, somos diputados de la nación. Si no nos dan la palabra, nos vamos”, gritó Federico Pinedo (PRO), de pie. Los radicales presentes (Gustavo Cusinato, Carlos Ulrich, Liliana Bayonzo y Kenny), junto a Adrián Pérez (CC) y Pinedo (PRO) comenzaron a gritar “¡Retenciones, retenciones, 125, 125!”, a lo que se sumaron algunos productores autoconvocados, más alineados con los reclamos de la Mesa de Enlace.
Entre grito y grito, Cantero intentaba poner orden: “Si no hay voluntad democrática, no podemos sesionar”. La discusión continuó, era el turno del Foro de Agricultura Familiar. “No estamos en contra de nuestros compañeros, sí de los que hacen agronegocios. La agricultura familiar es la diversidad de la producción, la diversificación y no el monocultivo. La tierra tiene que ser un bien social, para que en el Conurbano puedan cultivar y vivir como lo hacían muchos productores en sus pueblos de origen”, indicaron desde el Foro. Nuevamente los invitados iban a ser interrumpidos. La oposición pidió una moción de orden, para intentar tratar la 125. Cantero, con poca cintura política, dijo que no se harían mociones (y hasta ese momento tampoco se le había dado la palabra a los legisladores). Pinedo, nuevamente exaltado, se levantó gritando para que le dieran la palabra.
Christian Gribaudo (PRO), vicepresidente de la Comisión de Agricultura, indicó a PáginaI12 que Cantero estaba empecinado en no darle la palabra a los diputados. Cuando las cosas se estaban yendo de cauce, el titular de la Comisión de Agricultura reaccionó y acordó que hablaría un diputado por bloque. Pinedo pudo tomar la palabra: “Tenemos dos alternativas, o nos ponemos de acuerdo para solucionar los problemas del país o nos peleamos entre nosotros. Hay un problema de orden. Los diputados no sabemos qué estamos discutiendo”. Su intención era rechazar la resolución 125.
A su turno, Luis Lusquiños (Frejuli) tomó el micrófono y le respondió primero al Foro de Agricultura Familiar. “En San Luis, le devolvimos a la cultura ranquel sus tierras. Y ellos están en contra de las retenciones”, chicaneó y agregó en un golpe de sinceridad: “Este hiperactivismo auditivo en el que estamos sumergidos no sirve para nada”. Los diferentes legisladores que tomaron la palabras dijeron más o menos lo mismo: tratar con imediatez la resolución 125. Si hubo alguna intervención para rescatar, la de Norma Morandini (Memoria y Democracia) fue bastante interesante. “Algunos confunden debate con discursos (para las cámaras), pero la democracia es reconocer al otro. Hoy no venimos a ganar o perder, tenemos que ser sensatos y preguntarnos a quién estamos sirviendo”, señaló la legisladora.
Si la democracia es reconocer al otro, poco lugar tuvieron los “otros” que fueron invitados a la comisión, ya sean las entidades de pequeños productores familiares, como las asociaciones de consumidores y los productores autoconvocados. Entre grito y grito, cada uno quería marcar su posición, muchos legisladores para las cámaras y los productores por sobre el oficialismo. Cantero, luego de escuchar inmóvil las palabras de un productor frutihortícola que gritaba contra las retenciones y los gobernadores, se retiró raudamente. El legislador se comprometió para consensuar con los presidentes de los bloques un orden para los debates venideros.
Mientras que la sala se iba llenando y los diputados se acomodaban en sus sillas, un pañuelo blanco atravesó el salón. Era Hebe de Bonafini, que asistió al plenario para acompañar a los representantes del Frente Nacional Campesino y Foro de Agricultura Familiar. “¿Por qué está acá?”, se preguntó la diputada radical Liliana Bayonso. No esperó respuesta de sus coterráneos y prefirió responderse ella misma. “Está por el tema de los desaparecidos”, desprestigió la legisladora para agregar: “¿Y además la sentaron?” (en la misma mesa que ella). Hebe se sentó y habló a su turno. Simplemente dijo: “A la democracia la defenderemos con nuestra vida. No pasarán, no daremos ni un paso atrás. No queremos más cortes ni prepotencia y sí redistribución de la riqueza”. Luego de su intervención, se retiró. Muchos de los presentes la silbaron.
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