Con la consigna de tratar primero las retenciones móviles, la oposición amenazó con retirarse del plenario de las comisiones de Agricultura y Presupuesto. El radicalismo, la Coalición Cívica y el macrismo embistieron contra la “anarquía” de la discusión, la calificaron como una “maniobra dilatoria” e insistieron en que la “prioridad” deben ser las retenciones a las exportaciones de granos y oleaginosas. La promesa kirchnerista de reunir al final de la jornada a los presidentes de los distintos bloques partidarios para “ordenar” el funcionamiento del plenario frenó la deserción opositora y el fracaso del debate parlamentario. Ayer por la noche, oficialistas y opositores resolvieron un esquema de funcionamiento que pone el viernes como plazo para las exposiciones de los invitados y sellaron un acuerdo “tácito” –según la oposición– de arrancar el debate de los diputados por la resolución 125.

Fue el momento más tenso que vivió ayer el extenso plenario legislativo. Entonados con las críticas al oficialismo que habían escuchado a lo largo del día en múltiples reuniones, los diputados de la oposición llegaron al plenario de las comisiones legislativas encabezando una fila de ruralistas autoconvocados y piqueteros dispuesto a imponer prioridades en el debate: la resolución 125.

Frente a las cámaras de TV, decenas de legisladores y muchos más asesores e invitados, la oposición cargó contra el funcionamiento de las comisiones y exigió prioridades para el tratamiento. Uno a uno, el macrista Federico Pinedo, el lilito Adrián Pérez y el radical Pedro Morini exigieron que la discusión empezara por las retenciones móviles.

Desbordado, el presidente de la Comisión de Agricultura, el kirchnerista Alberto Cantero Gutiérrez, prosiguió con el orden que el debate llevaba hasta entonces, con las exposiciones de las organizaciones invitadas. Los diputados opositores amenazaron con irse y hasta invitaron a retirarse a los productores. La incertidumbre sobrevoló el amplio y abarrotado salón. El ex arista Eduardo Macaluse sugirió acordar una forma de funcionamiento que permitiera continuar el debate.

Con varios diputados kirchnerista soplándole al oído, Cantero planteó ordenar el debate en una reunión posterior con los presidentes de todos los bloques partidarios. En medio de improvisadas consultas y charlas informales y acaloradas, los diputados opositores volvieron a sentarse a la mesa de discusión. Sólo el duhaldista Jorge Sarghini abandonó el salón, hizo declaraciones periodistas responsabilizando al oficialismo por “la dilación” y “el desgaste” de la oposición y productores y luego volvió al recinto para tomar la palabra que ya había pedido.

Tras más de cuatro horas de debate, sospechas y acusaciones cruzadas, los presidentes de las bancadas partidarias y de ambas comisiones volvieron a verse las caras, aunque esta vez en una reunión a solas. Allí, la charla fue más ordenada y sin presiones adicionales. Nadie quería que el debate fracasara.

El acuerdo fue sobre la metodología con que continuaría el debate. Resolvieron “escuchar a todos”, como se lo habían propuestos desde ambos bandos, pero también ponerle tope a las disertaciones de las organizaciones y organismos invitados. Las exposiciones no pasarán más allá del viernes de esta semana. Para luego avanzar con el debate legislativo.

Durante ese tramo habrá que analizar más de una veintena de proyectos oficialistas y opositores. Al cierre de esta edición, los legisladores de la oposición dejaron trascender que se acordó “tácitamente” empezar esa etapa con el debate sobre la resolución 125. Nadie del oficialismo confirmó esa versión.