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Hace ocho años que los servicios de inteligencia de Estados Unidos, Israel y la Argentina vienen diciendo exactamente lo mismo y ayer sólo repitieron su historia oficial: el atentado lo cometió Hezbolá, tuvo apoyo de los diplomáticos iraníes en la Argentina y los terroristas entraron por la Triple Frontera.
Hay un problema con la historia oficial: no la han podido probar judicialmente porque fue catastrófica la investigación de la SIDE, las policías Federal y Bonaerense y del juez Juan José Galeano, todos ellos bajo la órbita del gobierno de Carlos Menem, que no movió un pelo para esclarecer el atentado.
Página/12 mantuvo ayer el siguiente diálogo con un alto funcionario de la SIDE:
–¿Se va a saber en qué domicilio estuvo la Trafic durante seis días mientras le cargaban los explosivos?
–Y..., es difícil.
–Hubo argentinos que alquilaron ese lugar y que participaron en la operación ¿ustedes y la CIA van a decir quienes fueron esos argentinos?
–Y..., es difícil.
Lo más probable es que den un nombre de origen islámico, dirán que entró por la Triple Frontera y que no sólo fue el suicida, sino también el jefe de la operación. Eso sólo sería algo inédito, único en la historia de los atentados, porque en los grupos fundamentalistas no se suicidan los jefes sino unos muchachos a los que les hacen creer que les espera el paraíso. Pero de todo lo que van a decir, habrá que ver si aportan alguna prueba. Ellos mismos reconocen que será difícil.
¿Qué pasó realmente ayer?
u No faltan quienes hablan de una operación del menemismo para ubicarse mejor ante la acusación de que nunca hicieron nada para esclarecer el ataque.
u También están los que creen que la SIDE divulgó el supuesto esclarecimiento ya que en el juicio oral aparecen muy cuestionados sus hombres y se está pidiendo que se haga público un sumario interno por irregularidades en la investigación.
u Hay quien cree que la filtración fue obra de los llamados oficialistas del caso AMIA –el juez Galeano, los fiscales y la DAIA–, apurados porque en el juicio se van revelando verdaderas barbaridades de la pesquisa, entre otras el pago al principal imputado. En el juicio las cosas van mal y hay que hacer algo para que parezca que van bien.
u Por último, no se puede descartar que todo haya sido auspiciado por el Gobierno que trataría así de dar la impresión que logró grandes avances y de paso se hace eco de lo que la CIA quiere: argumentos para lanzar ataques en Medio Oriente. Para hablar de esclarecimiento hay que hablar de pruebas. Y ojalá aparezcan de una buena vez.