Hasta hace una semana aliados del kirchnerismo, los radicales de la Concertación Plural consideran que está “complicado” el futuro de ese espacio y lo supeditaron a las señales de “diálogo” que envíe el Gobierno. La Concertación entró en el freezer cuando el vicepresidente Julio Cobos pronunció “mi voto no es positivo”.

Tras la definición en el Senado, seis funcionarios del Gobierno que provenían del radicalismo presentaron sus renuncias, y en al menos cinco casos fueron aceptadas. Esta semana, los radicales concertadores intentarían acordar una posición común sobre la relación con el Gobierno.

“El futuro de la Concertación está más en manos del PJ que en las demás fuerzas que la integran”, admitió ayer el intendente de Pergamino, Héctor “Cachi” Gutiérrez. Por eso, afirmó, si hay un llamado al diálogo del kirchnerismo, los radicales estarán dispuestos a “sumar esfuerzos” para sacar adelante el espacio que hace apenas nueve meses impuso en las elecciones nacionales la fórmula CFK-Cobos. Para Gutiérrez, “si se pretende que (el radicalismo K) sea furgón de cola, estamos afuera de la Concertación”.

A su vez, el jefe del bloque de la Concertación Plural, Daniel Katz, opinó que, tras el voto de Cobos, el sector tomó “una posición cauta y prudente, sin querer precipitar ninguna cuestión”. Katz también se sumó a las opiniones sobre que al Gobierno “le vendría muy bien una oxigenación y cambio de actores”.

El intendente de Junín, Mario Meoni, dijo “anhelar” que surja el “debate” en el seno de la fuerza gobernante y recordó: “Antes de sumarnos a la Concertación dijimos que íbamos a mantener nuestra independencia pero apoyando al gobierno nacional... La obediencia debida no existe en la democracia”. Sin embargo, Meoni consideró que el desempate de Cobos fue “una gran contribución al Gobierno, votando de la manera que votó”.

Posiblemente este jueves, cuando Cobos regresaría a Buenos Aires desde Mendoza, los referentes radicales de la Concertación se reunirían para analizar cómo seguirá la relación con el Gobierno. También analizarán la propia cohesión del espacio, que no logró acordar una postura común durante el tratamiento de la ley de retenciones en el Congreso.