Ivan Ramalho es secretario del Ministerio de Desarrollo, Industria y Comercio Exterior de Brasil. En diálogo con PáginaI12, defendió la posición que asumió su país en la Ronda de Doha y sostuvo que los acuerdos sectoriales que se están negociando ayudarán a reducir el déficit comercial que Argentina tiene con ese país.

–¿Un funcionario de tradición industrialista como la suya apoya la propuesta de liberalización comercial que se presentó en la Ronda de Doha?

–Lo que puedo decirle es que Brasil luchó mucho para tratar de lograr un acuerdo en la Ronda de Doha y continúa muy interesado en retomar las negociaciones, porque considera que sería muy beneficioso para las exportaciones de productos agrícolas. Nosotros tenemos una gran producción de bienes agrícolas y somos muy competitivos.

–¿Considera viable la posibilidad de reflotar ese espacio de negociación multilateral?

–Espero que sí, porque sería muy positivo para la gran mayoría de los países en vías de desarrollo, inclusive para la Argentina.

–Algunos funcionarios argentinos afirman que Brasil se posicionó como referente del G-20 con el apoyo de sus pares, pero cuando negoció en Ginebra en nombre de estos países privilegió sus intereses por sobre los de ese conjunto.

–Sobre los últimos días no puedo hablar porque no estuve participando de las negociaciones. Las mismas fueron comandadas por nuestro canciller, Celso Amorim. Debería preguntarle a él. En términos generales, lo que puedo decirle es que nosotros teníamos muchas expectativas puestas en esa negociación porque la reducción de subsidios y la eliminación de cláusulas proteccionistas por parte de las naciones más desarrolladas generaría un estímulo muy grande para producir más y exportar más. Especialmente en este momento en que hay una crisis mundial de alimentos, no por un problema inflacionario, sino por un problema de abastecimiento. Por lo tanto, un aumento de la producción sería extremadamente positivo para muchos países pobres que son básicamente importadores y necesitan una oferta mayor de alimentos.

–En estos encuentros se reivindica la integración regional, pero Argentina tiene un déficit comercial con Brasil que parece difícil de reducir.

–La dinámica de la integración va a ayudar a reducir el déficit. Brasil está negociando en la comisión bilateral para estimular y aumentar las importaciones de productos argentinos, aunque también pretende seguir exportando e incluso ampliar sus exportaciones hacia Argentina. Hay que buscar la integración de cadenas productivas. Por ejemplo, en el reciente acuerdo automotor se estableció que habrá mayores inversiones en autopartes en Argentina y eso permitirá reducir el desequilibrio comercial a través de las compras que realicen las terminales brasileñas. Este esquema se puede replicar en otros sectores, como industria naval, maderas y muebles, textiles y confecciones y en calzados.