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“Para nosotros, Carlos Bercún no tiene ningún vínculo con el Ministerio de Economía. (Roberto) Lavagna se enteró de esto por Página/12”, aclaran en la oficina de prensa del ministro. Ayer este diario reveló que el lobbysta que vende sus servicios a la Asociación de Bancos Argentinos por 25 mil pesos, también se los entrega a las reparticiones públicas por 12 mil pesos mensuales. Lo cierto es que el contratado no es Bercún sino su consultora. Por cierto, ésta no tiene un nombre difícil de identificar: se llama CB (Carlos Bercún) y asociados S.A. Igualmente ese contrato tiene que haber sido suscripto por el lobbysta que hoy está en el centro de las sospechas por el escándalo de las nuevas coimas en el Senado.
Este diario se quedó corto cuando consignó que el contrato del financista asciende a los 12 mil mensuales. En la Argentina de la devaluación, Bercún percibe 19 mil pesos cada 30 días. Incluido el IVA claro está. La primera resolución por la que se lo contrata es del 7 de setiembre del 2001 y está firmada por Domingo Cavallo. Antes que esta contratación finalizara, Jorge Remes Lenicov la prorrogó hasta diciembre de 2002.