Sábado, 18 de octubre de 2008 | Hoy
EL PAíS › NéSTOR KIRCHNER DIJO QUE “LEALTAD ES CONSTRUIR UN PAíS PARA TODOS”
El ex presidente habló en Entre Ríos, que fue uno de los focos del conflicto rural. “Queremos conservar el nivel de ocupación, el nivel de actividad. Para eso hay que tener actitudes de seriedad y responsabilidad”, remarcó.
Por Martín Piqué
Desde Paraná, Entre Ríos
“La lealtad es un valor muy importante en la vida.” La frase con la que Néstor Kirchner comenzó su regreso como orador a los actos multitudinarios podía haber sido el disparador de una reseña histórica sobre el 17 de octubre. También podía haber detonado una crítica sobre la conducta de varios senadores del propio partido, en particular durante la votación de las retenciones móviles. Pero cuando Kirchner habló de deslealtad se refería a un destinatario específico. “Me permito decirle a Cristina que ella sabe que por ahí en estos momentos le toca sufrir alguna deslealtad de alguien que no ha entendido que fue votado para acompañar un proyecto”, dijo el ex mandatario y titular del Consejo Nacional del PJ. Aunque no lo mencionó, quedó claro que estaba hablando del vicepresidente Julio Cobos. Fue una de las definiciones más fuertes de un acto masivo en el que Kirchner comenzó a dar las primeras señales del rol que asumirá en los próximos meses. Un candidato que se fortalece por su imagen de “piloto de tormentas” en tiempos difíciles.
El acto por el 17 de octubre en Paraná también funcionó como una puesta en escena de la revalidación del liderazgo de Kirchner en el PJ. Su ascendencia en el partido, que pareció debilitarse con el desenlace del conflicto rural, volvió a tomar fuerza con la crisis financiera internacional. La mejor prueba estuvo en los gobernadores que aparecieron en el escenario: además del anfitrión Sergio Urribarri, estuvieron Gildo Insfrán (Formosa), José Luis Gioja (San Juan), Luis Beder Herrera (La Rioja), Jorge Capitanich (Chaco), Celso Jaque (Mendoza). Otro elemento que entusiasmó a los organizadores fue la asistencia. Imposible de calcular para los cronistas, que no podían ver por la disposición de las vallas, la locutora del acto habló de “70 mil personas”. Aunque esa cifra haya sido exagerada, la respuesta fue multitudinaria. “Jamás hubo un acto similar en Entre Ríos”, aseguró, exultante, Urribarri.
Si el acto buscaba reconciliar a Kirchner con la provincia que fue uno de los focos de la protesta rural, el objetivo pareció cumplido. Al menos con el votante peronista. Cuando la imagen del santacruceño apareció en las dos pantallas gigantes, en los palcos reaccionaron con aplausos. Y cuando llegó su turno para hablar –ya lo habían hecho el secretario general de la CGT, Hugo Moyano, y el anfitrión Urribarri– desde el campo lo saludaron con el clásico “olé/olé/ Néstor/ Néstor”. Tras deslizar la crítica a Cobos, Kirchner buscó diferenciarse y explicó lo que él considera como lealtad. “Lo más importante es la consecuencia con las convicciones”, subrayó. En su nombre y en el de su esposa, dijo que ellos tenían lealtad “con los desaparecidos, las Madres, los más humildes, la clase media”. “Lealtad es construir un país para todos”, definió.
Sobre el palco lo escuchaba un arco bastante completo del oficialismo en todas sus variantes. Estaban los senadores Miguel Pichetto y Blanca Osuna, los diputados Agustín Rossi, José María Díaz Bancalari, Juan Carlos Dante Gullo y Héctor Recalde, los gremialistas Julio Piumato (Judiciales) y Omar Viviani (taxistas), el dirigente del Movimiento Evita Emilio Pérsico, entre otros. Todos aplaudieron mucho cuando Kirchner habló de la crisis global. Remató con el eje más importante de su discurso: la convocatoria a un acuerdo social para cuidar los logros económicos y sociales. “Tenemos que entender los momentos que vive el mundo. Queremos seguir conservando el nivel de ocupación, el nivel de actividad. Para eso hay que tener actitudes de seriedad y responsabilidad”, remarcó.
Salvo la crítica a Cobos, Kirchner eligió para su intervención un tono conciliador en el que abundaban las apelaciones a la pluralidad y la unión. “Nosotros queremos y apoyamos a nuestros industriales, productores, especialmente a los pequeños y medianos, que forman parte del proyecto nacional que encabeza Cristina. Más allá de las diferencias, siempre nos van a tener trabajando”, aclaró el ex presidente. También envió un mensaje comtemporizador hacia adentro del PJ. “Tenemos un absoluto respeto a todos los que piensan diferente, pero sentando las bases de la lealtad”, aseguró.
- Un saludo para el adversario. A pesar de ser un acto peronista, como el propio Kirchner reconoció, el ex mandatario envió un saludo en público a Raúl Alfonsín. “Pedimos que mejore su salud. Al presidente Alfonsín, el símbolo de la recuperación de la democracia”, dijo Kirchner desde el micrófono. El auditorio, que no podía ser más peronista, respondió con aplausos generalizados.
- Dicen que viajando se fortalece el corazón. Ya había pasado el turno del grupo local Crazy, que había tocado covers de rock nacional cerrando con “Un ángel para tu soledad” de los Redondos, cuando Litto Nebbia se paró detrás del teclado. Sin saludar, comenzó a cantar sus melodías. Sorprendió con un blues y repitió un estribillo que decía “para lograr algo hay que insistir”. Terminó con “Sólo se trata de vivir” y “Quien quiera oír que oiga”. Entrerrianos, porteños y santafesinos cantaron por igual.
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