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El gobernador de Entre Ríos, Sergio Urribarri, aseguró ayer que desde la administración provincial utilizarán “toda la acción política necesaria para evitar los cortes” de los tres puentes que unen la Argentina con el Uruguay, anunciados por los asambleístas para los recambios de quincena durante la temporada veraniega en reclamo al desmantelamiento de la pastera finlandesa Botnia por la contaminación del río Uruguay. “No dudo de que Uruguay violó el tratado, pero hay que concentrarse en el futuro del corredor” comercial, advirtió el gobernador entrerriano, quien insistió en la necesidad de “poner un paraguas (al conflicto) y dejarlo en su propia dinámica judicial”.

Los asambleístas de Gualeguaychú anunciaron el jueves pasado su intención de cortar simultáneamente los tres puentes que unen la Argentina con Uruguay durante las festividades católicas, como método para intensificar un reclamo que lleva más de dos años. Urribarri, en la otra vereda, señaló que se va a “desalentar cualquier acción colectiva” destinada a frenar el turismo hacia Uruguay, y se va a trabajar “impidiendo alguna acción solitaria de poquísimas personas para evitar que pongan en jaque económico a toda una comunidad”.

El mandatario aseguró que “hasta el momento no se ha detectado” contaminación en el Río Uruguay, de acuerdo con los informes realizados en conjunto por las secretarías de Ambiente nacional y entrerriana, y la Municipalidad de Gualeguaychú. “Como gobierno hemos pedido el levantamiento del corte unas semanas atrás”, admitió el mandatario, y propuso “el inicio de un diálogo abierto con Uruguay para salvar el futuro de un corredor que es potencialmente importantísimo y no puede ser que un conflicto se lo trague”.

Por su parte, integrantes de la Asamblea Ciudadana Ambiental Gualeguaychú, que no ocultaron su sorpresa por algunos aspectos de las declaraciones de Urribarri, manifestaron que serán analizadas en las próximas reuniones de la organización vecinal. La asamblea reiteró su convicción de que la planta de la pastera finlandesa instalada en la ciudad uruguaya de Fray Bentos empezó a contaminar tanto en el compartido río Uruguay como en el aire, debido a que Gualeguaychú se encuentra a menos de treinta kilómetros de la frontera.

“Botnia ya está contaminando, así que hay razones para seguir la lucha. Ya no es una amenaza, sino una realidad, entonces todos pensamos que hay que endurecer la lucha”, explicó esta misma semana el asambleísta Jorge Fritzler, al anunciar la decisión de realizar cortes en todos los puentes que comunican Argentina con Uruguay durante los cambios de quincena de este verano.