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La presidenta Cristina Fernández exhortó ayer a los conductores a tener “responsabilidad social” con el objetivo de reducir la gran cantidad de accidentes de tránsito que ocurren en la Argentina. Por su parte, el ministro de Justicia y Seguridad, Aníbal Fernández, anunció que el personal de la Agencia Vial, que depende del Ministerio del Interior, y de la Patrulla de Caminos, de la Gendarmería Nacional, recorrerán hoy y mañana la Ruta 2 “de punta a punta, en horario pico”, para evitar que se produzcan accidentes.

Las recomendaciones se hicieron durante el acto de entrega de 340 motocicletas a la Gendarmería. En referencia al comienzo de las vacaciones estivales, la Presidenta advirtió que “no basta con esta inversión millonaria que hace el Estado, con miles y miles de dispositivos humanos y tecnológicos si, además, la sociedad no ejerce con responsabilidad el derecho a transitar libremente por todas las rutas”.

“No hay mejor seguridad que la propia responsabilidad de cada conductor sabiendo que está sentado ante un auto que es un instrumento de comodidad, de confort y de bienestar”, remarcó. Cristina Fernández completó la idea diciendo que, “cuando se maneja con irresponsabilidad (el vehículo) se convierte en un instrumento mortal para su vida (la del conductor) y para la de sus semejantes”.

El acto de entrega de las motos se hizo ayer en la plaza Colón, ubicada detrás de la Casa Rosada. En la ceremonia estuvo presente también el ministro del Interior, Florencio Randazzo. La jefa de Estado recordó que “la seguridad vial ha desvelado la vida de los argentinos y algunas veces la ha convertido en tragedia”. Insistió, por eso, “si el conductor no cumple con las normas de tránsito, va a ser imposible tener una seguridad vial en la República Argentina”.

Dijo que uno de “los problemas que tenemos los argentinos como sociedad” es la dificultad a “sujetarnos a las normas, a las reglas que deben ser cumplidas por todos”. Opinó que eso “no significa que no vaya a haber accidentes porque son eso, accidentes. Pero, cuando uno pasa un semáforo en rojo o conduce con 0,92 de alcohol en sangre, no estamos ante problemas de accidentología ni de ineficiencia estatal sino ante casos evidentes de irresponsabilidad social”.