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El gobierno porteño asegura que la licitación no fue hecha a medida, que otras empresas pueden prestar el mismo servicio y que el gasto en insumos de oficina era mucho mayor globalmente de lo que costará la forma de compra instaurada por Mauricio Macri. El director de Compras y Contrataciones, Edgardo Cenzón, un economista que viene de la consultora de Carlos Melconian, sostiene que el monto total “fue por debajo de lo que preveíamos”.

–¿Por qué concentraron todas las compras en una sola licitación?

–Cuando empezamos a mirar los gastos de la ciudad, encontramos que había un nicho de gastos importante, que eran los gastos en insumos de librería, papel, tonner. Se compraba por distintos mecanismos y no había precios uniformes y no había control. Además, almacenaban en papel un stock y gastaban en transporte. Queríamos eliminar esto de que se compre de más para ir consumiendo. Planteamos que comprando a gran volumen podíamos tener mejores precios. Así armamos la licitación para hacer una compra centralizada. Nos importan el control, el monitoreo del consumo on line y los precios. Queríamos controlar el gasto.

–Pero en la licitación hay artículos que cuestan hasta el doble que comprándolos a un proveedor más chico. Hay sobreprecios de hasta el 200 por ciento. ¿No deberían costar menos?

–Puede ser. Para tomar la decisión tomamos los productos más representativos. Detectamos que los productos que más se consumen son los cartuchos de tinta y las resmas de papel. Esos dos productos eran un tercio de todo el consumo. Sobre esos productos, tomamos los precios testigos del mercado y los contrapusimos a los precios de esta empresa.

–¿No superó el precio testigo?

–No, fue abajo de lo que preveíamos. La oferta global está por debajo de lo estimado.

–Para la UAPE hubo restricciones a los proveedores pequeños.

–No, restricciones no había. Es un problema de volumen. Con esta licitación, tenemos un sistema de logística. Pedimos algo por la web y a los dos días te lo tienen que traer.

–¿No fue una licitación hecha a medida?

–No, no. Nos hubiera encantado que vinieran veinte oferentes. Algunas librerías vinieron, pero nos dijeron que esto era muy grande.

–¿Qué otra empresa podía cumplir con ese requisito?

–Offishop, Papelera Bariloche. Fueron empresas que estaban sobre el tema. Insisto: lo que nos interesa es el control, porque mucho del gasto de papelería se iba por caja chica.