Como parte de este trabajo se basa en la encuesta pedida por el Comité y hecha en 51 mil hogares, aparece un extenso comentario sobre el alcohol y los psicofármacos legales, sindicados en ese estudio del Indec como las principales adicciones. Los expertos señalan que “hubo una utilización problemática del alcohol de distintas graduaciones y calidades, claramente estimulado por las empresas respectivas para ganar el mercado joven y desbancar el predominio de las bebidas colas. No se puede desconocer que hay una utilización del alcohol alejada de todo hedonismo y ritual de integración, que tiende meramente a la incapacitación personal y la evasión”.

Sobre el fenómeno de la automedicación, el documento denuncia el fácil acceso de la población a los estupefacientes y psicotrópicos de venta bajo receta o bajo receta archivada, “que son generosamente suministrados por la industria farmacéutica y las diversas bocas de expendio en todo el país”. Como contraposición, en el Comité Científico mencionan que el tema, en los países desarrollados, “en materia farmacéutica el monopolio de la prescripción por la profesión médica y la dispensación por la farmacéutica, es estricto y todo aquel que quiera utilizar drogas debe acudir al mercado clandestino”.

Aquí aparece una primera paradoja de lo que sucede en Argentina. Si es relativamente fácil conseguir psicofármacos por los canales legales, “¿por qué los usuarios recurren a sustancias prohibidas, a veces de malísima calidad por su contaminación y alteración?”, se preguntan los expertos. “Aparece aquí una decisión de ‘transgresión’, a la que se contesta desde el sistema penal, justamente con la conducta que se quiere provocar: surge a partir de allí la posibilidad de la ‘identidad transgresora’.” Para la secretaria ejecutiva del Comité Científico, Mónica Cuñarro: “Los jóvenes de bajos recursos, que andan en pandillas, necesitan de alguna manera ubicarse en un lugar en este mundo. Y aunque sea negativo abusar de las drogas, es una forma de entrar en la ilegalidad y el sistema penal no hace otra cosa que avalar y reforzar ese lugar trasgresor. Los reprime en vez de ayudarlos”.