La cita del gobierno con Unión-PRO para el diálogo político empezó con rispideces desde antes del primer encuentro: Francisco de Narváez advirtió ayer que no aceptará ni “un monólogo” ni “un engaño cuando concurra –el próximo miércoles– a la Casa Rosada. El jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, le salió al cruce pidiéndole que no se apurara a sacar conclusiones. “De Narváez se anticipa a todo y saca conclusiones sobre lo que no sabe”, dijo Fernández sobre la desconfianza del diputado reelecto, a quien le sugirió que “tenga la delicadeza de sentarse a hablar con el ministro del Interior (Florencio Randazzo) y plantear lo que tenga por plantear y escuchar”. De Narváez adelantó que “si el ministro del Interior lo que pretende es pasarnos un ‘powerpoint’ de la reforma política, que ya debe estar gastado, y tomar nota de lo que decimos sin abrir el diálogo, será un monólogo. Lo voy a saludar, me voy a levantar, voy a salir y decir ‘esto es un engaño’”. “Hay que abrir rápidamente las sesiones en la Cámara de Diputados, el diálogo tiene que ser permanente en el Congreso”, agregó el diputado empresario.