Gobierno y oposición volvieron a cruzarse ayer por el carácter secreto del testimonio dado la semana pasada por el ex embajador Eduardo Sadous en la Cámara de Diputados. Mientras que la oposición aún no pudo definir una postura única sobre si darle o no publicidad al informe de Sadous ante la Comisión de Relaciones Exteriores, el kirchnerismo insistió ayer en bloque a apoyar su intención de hacerla pública. “La oposición no quiere hacer pública la declaración porque es funcional a los grupos monopólicos de información, que fueron los que armaron una operación contra el Gobierno, falseando lo que el ex embajador dijo ante los diputados”, afirmó el ministro del Interior, Florencio Randazzo. El peronista disidente Alfredo Atanasof, titular de la comisión, opinó, en cambio, que “esas no fueron las reglas de juego a las que se ajustó la reunión” en la que a Sadous se le consultó sobre supuestas irregularidades en el comercio con Venezuela. El tema será analizado hoy por la Comisión de Relaciones Exteriores.

“Aparece ahora como inexplicable que algunos de los diputados que le dieron su consentimiento y acordaron esas reglas de juego ahora estén pidiendo que esas declaraciones se hagan públicas”, sostuvo Atanasof. El diputado detalló que en dos oportunidades “los diputados presentes dieron su consentimiento para que se desarrollara la reunión en esos términos” y que “esa era la mínima garantía que la comisión debía darles a aquellas personas que estaban dispuestas a aportar datos”. También se opuso el ex presidente Eduardo Duhalde, que aprovechó su visita al programa de Mirtha Legrand para sentar su postura sobre el tema. “Si (los testigos) saben que son convocados a sesión secreta y luego se convierte en pública, otros no van a querer ir”, afirmó.

Desde la vereda de enfrente, el canciller Héctor Timerman reclamó “encarecidamente a todos los miembros de la Comisión de Relaciones Exteriores que terminen con esto y que den a conocer de una vez por todas la versión taquigráfica” del encuentro. “Hay medios que han inventado un falso testimonio que es el que están filtrando a sus lectores y ante eso me parece que se está creando una situación de desconfianza en las instituciones”, aseguró el jefe de la diplomacia. “Si es tan secreta (la reunión), ¿cómo es posible que hayan salido tantas versiones sobre el testimonio de Sadous? –se preguntó Timerman–. Las reuniones secretas son secretas y si no pueden mantener el secreto de las reuniones, lo mejor es que el pueblo argentino sepa todo y no lo que algunos medios quieren hacerle creer”, agregó.

En el mismo sentido se expresó la diputada oficialista Diana Conti, quien sostuvo que es “un retroceso en términos de República que quiera mantener el secreto, funcional a un juego circense de mantener expectativas sobre un tema que debería ser de dominio público”. La diputada del Frente para la Victoria recordó que el único antecedente que existe de una reunión secreta de la Comisión de Relaciones Exteriores fue con el tratamiento del tema Malvinas, es decir, de “cuestiones de Estado que podían quedar reservadas para no dañar los intereses nacionales”. “No se puede comparar esto con un embajador que, cinco años después (de alejarse de su cargo), se le ocurre contar rumores”, argumentó Conti.

Por último, el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, opinó que la situación es una “telenovela bochornosa y poco seria” e insistió que “el día que se muestre se van a dar cuenta que es cien veces menos importante”.