La reunión entre el gobernador de Entre Ríos, Sergio Urribarri, y una delegación de representantes de la Asamblea Ciudadana de Gualeguaychú transcurrió ayer en un clima relajado, pero con sabor a poco. El plato fuerte que aguardan los asambleístas será el encuentro que el canciller Héctor Timerman les prometió entre el martes y el jueves de la próxima semana para tratar temas de fondo en el conflicto. Aunque Urribarri evitó de nuevo dar detalles sobre la estrategia argentina en la negociación con el Uruguay, les aseguró que la propuesta que Timerman le llevó a su par Luis Almagro “sigue los lineamientos” de los reclamos de control que exige la asamblea en la lucha por la relocalización de la pastera UPM-Botnia. Los ambientalistas se mostraron intrigados acerca de lo que sucederá al otro lado del río, cuando la propuesta del gobierno argentino salga a la luz.

El gobernador no asistió solo a la primera reunión que mantuvo cara a cara –como mandatario de Entre Ríos–, con una delegación de ocho ambientalistas. Lo acompañaron el senador Pedro Guastavino y el intendente de Gualeguaychú Juan José Bahillo. En un clima abierto al diálogo y con grandes dosis de “sinceridad” –tal como le contaron a Página/12 varios de los asistentes–, el encuentro que comenzó a las 10 se extendió por espacio de una hora y media en el Salón Azul de la Municipalidad. Allí acordaron una mayor fluidez comunicativa entre el Ejecutivo y la asamblea, de modo de trabajar en conjunto tras la etapa inaugurada con el levantamiento del bloqueo de la ruta 136.

Con la premisa de no comentar el contenido del proyecto por una cuestión de “respeto” a la Cancillería, y para no “entorpecer las negociaciones”, Urribarri no entró en detalles acerca del encuentro que mantuvo el lunes con Timerman. Los asambleístas sólo pudieron arrancarle al mandatario algunas promesas menores como acciones de divulgación de la causa ambientalista en el reverso de las boletas del impuesto municipal y la colocación de cartelería estática a la vera de las rutas provinciales que difundirán el eje del conflicto. Bahillo, por su parte, se comprometió a gestionar la divulgación de las pruebas presentadas por Argentina en el marco de la demanda ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya. El resto de los reclamos que los ambientalistas llevaron a la reunión, como la aplicación del Código Aduanero y la exploración de otros fueros internacionales donde demandar por la contaminación atmosférica, deberán esperar, lógicamente, una definición de Timerman.

También le reclamaron a Urribarri una definición acerca de la supuesta contaminación de la pastera UPM, cuyas pruebas –entienden–, quedaron plasmadas en los estudios ambientales preparados para el juicio en La Haya. El gobernador se negó bajo el pretexto de no darles “un titular a los diarios”. A pesar de ello, Urribarri había asegurado antes de entrar a la sede de gobierno comunal que la propuesta que Timerman le presentó, casi en simultáneo, a su par uruguayo, Luis Almagro, “es innovadora y contundente”, y vaticinó que “tendrá buen eco en Gualeguaychú en general y en la asamblea en particular”, en referencia a un monitoreo de todo el río Uruguay, de acuerdo con los estándares de control medioambientales a nivel mundial. Del mismo modo, les aseguró que la idea de incorporar a Brasil al monitoreo no estaba en el planteo oficial. Los asambleístas se llevaron la promesa de que conocerían algo de la propuesta anoche, pero desde el Uruguay confirmaron que al menos se tomarán una semana para revisarla y pronunciarse, por lo que aún su contenido es un interrogante.

“Le dejamos en claro al gobernador que la solución al conflicto no se agota con el monitoreo conjunto en la planta, sino que el objetivo máximo de la asamblea es que Botnia sea desmantelada”, afirmó Andrés Sobredo, uno de los asambleístas. El tema de la querella que presentó el Gobierno contra un grupo de activistas también fue mencionado en la conversación. Desde la asamblea admitieron que ese pedido no formaba parte del petitorio formal, pero que se coló entre los reclamos por iniciativa de algunos de los vecinos que asistieron al encuentro que no pudieron disimular su inquietud por verse inmersos en una demanda civil y penal con la que el Gobierno los arrinconó. Urribarri contestó que también ese tema debían tratarlo en la audiencia con Timerman, y les confirmó que el canciller los recibirá entre el martes y el jueves de la semana próxima.

Aunque “no fue una reunión negativa”, según definieron a este diario varios de los asistentes, el encuentro dejó varios puntos en el aire que deberán ser discutidos la semana que viene. Por estas horas, en Gualeguaychú la intriga y la desconfianza acerca de cuál será la solución “innovadora” a la que arriben ambos gobiernos para poner fin a siete años de conflicto domina el panorama.

Informe: Gabriel Morini.