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Por Nina Brugo *

El caso de Arminda tal vez sea una de las situaciones en que más claro se desnuda el sistema capitalista neoliberal, que no sólo desprotege a la persona humana sino que lleva al Estado a violar sus propias leyes fundamentales y olvidar el cumplimiento de los derechos humanos básicos. Agrava su situación al pretender acusar penalmente a la víctima y castigarla por ello. Desde antes de que naciera el bebé de Arminda, el Estado no cumplió con la Constitución en su artículo 75, inciso 23. Como tampoco con las leyes y convenciones sobre Violencia Doméstica, ya que era evidente que la sufría. Tiene Arminda 6 hijos menores de edad, ha sido abandonada por su marido, que no pasa ninguna suma para alimentarlos. El Estado se desresponsabiliza de situaciones como éstas. Los hijos fueron fruto de dos personas, pero quien tiene en general la tenencia, que suele ser la madre, es considerada la única responsable de su salud física y psíquica. Arminda vive en una zona rural, por eso debería haber sido tomada especialmente en cuenta para atenderla. Pero no, el Estado violó también así la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer. Cuando en febrero del 2002 el centro médico al que asistía Arminda cerró, el Estado incurrió en la violación del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, que implica el compromiso de proveer a hombres y mujeres de seguridad social y protección para la familia. También se ignoró el Pacto de San José de Costa Rica cuando se la detuvo y encarceló durante siete meses para luego liberarla por falta de mérito. Cabe ya preguntarse: ¿quién incurrió en abandono de persona? Es indudable que el Estado es principal responsable de abandono. Recién ahora se comenzó a publicar la desnutrición infantil reinante en nuestro país. Pero hoy continúa agravándose la victimización de la pobreza, porque a sus hijos, cuando fue encarcelada, la Justicia los entregó en tenencia a su hermano, que se niega ahora a entregarlos a su madre para no perder la asignación económica que le otorgan por ellos.

* Abogada feminista, especialista en Derechos Humanos y de la Mujer.